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¡Vamos flotando río abajo dentro de nuestra casa, por favor llama a mamá y papá y ora! dijo aterrorizada una madre junto a su familia, llamando a su hermana por el teléfono móvil, mientras la torrentosa inundación les llevaba en su destructora corriente … Hasta que impactaron con un puente y la destrucción fue total; días después no habían sido encontrados. Las intensas lluvias e inundaciones además de los huracanes que han azotado al sur de Texas en los últimos días de la semana pasada, han demostrado la terrible situación donde nada es posible hacer ante la devastadora furia de los elementos naturales. Muchas de estas casas estaban construidas en lugares peligrosos demasiado cerca de la rivera de los ríos.

Asimismo hoy, la iglesia está siendo arrastrada en el torbellino cultural, con una furia profana incontenible para hacer caer a quienes no han puesto atención al llamado de Dios de mantenerse lejos de las corrientes mundanas y construir sobre la roca que es Cristo. La persuasión y los embelesos en la conducta de la cultura dominante, nos tientan a pensar que lo que el mundo sin Dios hace está bien, y que Dios lo aprueba. ¡Nada puede estar más lejos de la verdad que tal pensamiento!

La triste realidad es que, todo aquel que se deja seducir por la cultura reinante está en peligro de destrucción, también lo dijo Pablo en Romanos 12:2. El activismo de libertinaje moral disfrazado de justicia social, ha encontrado eco en algunas personas que creyendo hacer el bien, han sido engañadas y arrastradas por la embaucadora corriente destructora. Dios como Creador y sustentador permanece inmutable, su Palabra permanece por siempre. Dios no cambia de parecer por las opiniones de la cultura dominante o de los incrédulos, ni tampoco por auto-proclamados cristianos que irrespetuosos a Dios abiertamente tuercen Su Palabra. Dios continúa amando al pecador, pero aborreciendo el pecado. No importando cual sea el intento de clasificación de pecados que la gente pretenda establecer.

En la sofisticada sociedad en que vivimos, la cultura dominante dicta las normas de conducta. Son tiempos obscuros y difíciles, por lo que debemos vigilar nuestros pasos, abrir los ojos espirituales, agudizar nuestros oídos y poner cuidado en nuestras acciones. La iglesia fue establecida por Jesús para vivir y disfrutar una vida victoriosa sobre el pecado y ser ejemplo ante el mundo perdido. Debemos permanecer alertas ante las extraviadas corrientes seculares. ¿Te estás alimentando de la Palabra pura, o estás escuchando y conduciéndote guiado por confusas doctrinas disfrazadas de misericordia? ¡No construyamos en lugares peligrosos sobre falsas ideas! ¿Cuál es vuestro fundamento y dónde lo habéis puesto? ¿Te estás congregando con tus hermanos para ser edificados y encarnar el amor de Dios? No sea cosa de que los crecientes temporales mundanalizantes nos encuentren sin protección y seamos llevados río abajo hacia la inminente destrucción. Consideremos nuestras decisiones y obedezcamos la Palabra al actuar. Más nos vale obedecer a Dios antes que a los hombres (Hech. 5:29).

¡Dios nos establezca firmes en Su Verdad y nos ayude en el trabajo de rescatar al pecador!

Hasta la próxima edición…
RB por el equipo de HPLE

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