Como cada vez hay más historias de daños dentro de nuestras comunidades de fe, el Comité Central Menonita (CCM) asume el compromiso de manifestarse en contra de la violencia sexualizada.

Violencia sexualizada es violencia física o psicológica que se ejerce a través de medios sexuales o dirigiéndose a la sexualidad de una persona. Ejemplos incluyen violación, agresión sexual, violencia psicológica tal como manipulación y coacción, y acoso sexual.

Reconocemos que el CCM y las iglesias con las que trabajamos han sido cómplices en la perpetuación de violencia a través de nuestro silencio y nuestra incapacidad para responsabilizar a las personas que han causado daño.

A través de la historia de Tamar (2 Samuel 13), aprendimos que el Rey David no hizo nada para responsabilizar a su hijo, Amnon, por la violación de la media hermana de Amnon. El dolor y sufrimiento de Tamar fueron silenciados a través de la inacción. El ciclo de violencia continuó cuando su hermano Absalom después se cobró la vida de Amnon, y suponemos que el trauma por las acciones de Amnon siguió desarrollándose en las generaciones siguientes. La historia de Tamar tuvo lugar en un contexto patriarcal antiguo que nos gustaría creer que tiene poca relevancia hoy para nosotros. En realidad, el contexto está siempre presente en nuestros entornos culturales y de medios de comunicación, lo que demuestra la dinámica de la violencia sexualizada que sigue afectando a la iglesia y al mundo.

En los Estados Unidos, una de cada tres mujeres (y uno de cada seis hombres) ha sufrido cierta forma de violencia de género. Estas cifran corresponden tanto a las comunidades de fe como a la población general. Las mujeres son agredidas sexualmente 14 veces con más fireucencia los hombres. (Faith Trust Institute)

Desafortunadamente, las denuncias de violencia sexualizada en la iglesia y las instituciones relacionadas con la iglesia generalmente dan lugar a respuestas menos que efectivas. Y tenemos mucho que aprender sobre los factores que contribuyen a esta violencia.

Un estudio de 2015 realizado por Harvard Divinity School y la campaña We Will Speak Out EE.UU. de Interchurch Medical Association World Health analizó los conocimientos de los líderes de la iglesia sobre la violencia sexualizada y sus respuestas ante la violencia sexualizada. Identificó la importancia de equiparlos con capacitación y recursos para:

• apoyar a las víctimas y sobrevivientes
• cambiar las condiciones que pueden generar violencia contra las mujeres
• hablar de los daños en vez de conspirar a través del silencio
• crear lugares seguros para que las personas afectadas por la violencia puedan contar sus historias
• responsabilizar a las personas que perpetran daños

Estos resultados reflejan las respuestas a una encuesta que realizamos este año. A través de We Will Speak Out, el CCM pretende trabajar con las iglesias e instituciones de la iglesia para educar y equipar a la gente para prevenir y responder ante la violencia sexualizada. Ofrecemos los siguientes cuatro recursos gratuitos en inglés y español. Para solicitar copias, llame al 888-563-4676 (línea gratuita) o escriba a resources@mcc.org; también se pueden descargar en mcc.org/abuse.

• Entendiendo el abuso sexual por parte de un líder de la iglesia o cuidador
• Respondiendo y previniendo el abuso – guía para líderes de la iglesia
• Creados como iguales: mujeres y hombres a la imagen de Dios
• Pornografía: mentiras, verdad y esperanza

Únase a nosotros en nuestra recorrida por las iglesias e instituciones de la iglesia para crear comunidades de cuidado para las personas que han sido dañadas y las que causaron daño, mientras nos manifestamos en contra de la violencia sexualizada.