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El faraón odiaba a los hebreos, el Ku Klux Klan, los neonazis y supremacistas blancos odian a los que no son de raza blanca en E.U.

“el cual dijo á su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros” (Éxodo 1:9). Al estudiar la historia de Estados Unidos reconocemos los comentarios del faraón. Con la inmigración de diversas razas, grupos étnicos y grupos religiosos a este país, ha surgido una problemática xenofóbica contra afro-americanos, hispanos de toda la América Latina, irlandeses, italianos, inmigrantes de Europa oriental, judíos, asiáticos, grupos indígenas y otros. Los blancos del sur se aterrorizaban pensar de la posibilidad de un levantamiento de sus esclavos traídos de África. En la Segunda Guerra Mundial existía el temor que los inmigrantes japoneses pudieran ser espías y leales a su nación. La preocupación por los grupos traídos de África como esclavos resultó en medidas extremas para someterlos. La preocupación por los inmigrantes japoneses resulto en la creación de campos de internamiento por todo el tiempo que duró la guerra.

En estos días hemos experimentado en los Estados Unidos conflictos violentos y desgarradoras muertes como resultado de una manifestación de supremacía blanca en Charlottesville, Virginia, organizada por el KK Klan, grupos neonazis y supremacía blanca. Unas de las preocupaciones de estos grupos son las predicciones que la población no blanca, supere la blanca, en unos 50 años. Así como Dios protegió y liberó a los hebreos de la persecución de unos de los faraones de Egipto, Dios también otorgará su misericordia, amor, compasión y paz a aquellos perseguidos por su color de piel, nacionalidad y afiliación religiosa.

En estos tiempos en que la incertidumbre, temor, antipatía y odio están frente a nuestras comunidades, impulsadas directa o indirectamente por nuestro gobierno, acerquémonos a Dios en oración y ruegos. Pidamos por los familiares de aquellos que perdieron sus vidas y los que fueron maltratados con heridas corporales y psicológicas. Pidamos por los que están llenos de odio, para que Dios les cambie el corazón a uno de paz y amor. Muchos de los residentes de la ciudad de Charlottesville, Virginia, están acongojados y tristes por haberse invadido su ciudad para expresión de odio. Oremos por ellos.

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