Caminando con Mosaico – Colombia

En el barrio Los Cerezos, al norte de Cartagena, a unos 35 grados de temperatura, se escuchan los sonidos del cajón, el piano, la guacharaca y la batería. No es un concierto ni un ensayo profesional: es un sábado más en la Iglesia Cristiana Anabautista Shalom, donde más de cincuenta niños se turnan entre instrumentos, canciones y risas, en medio de la fundación Descubre tu Propósito. Allí, bajo la guía del pastor Eliécer Viloria y su esposa, la pastora Malka Blanco, la música se convierte en un puente de esperanza para niños y familias que enfrentan vulnerabilidad social y económica.

Eliécer es psicólogo y pianista; Malka, maestra de profesión. Ambos son padres de dos niñas y pastores bi-vocacionales que, además de trabajar en sus profesiones, dedican tiempo y corazón a servir a la iglesia. Él enseña en la universidad y toca piano en restaurantes reconocidos de la ciudad; ella combina la docencia con el ministerio y el cuidado de sus hijas. Juntos, han hecho de la iglesia Shalom un espacio de acompañamiento, fe y creatividad que responde a las necesidades espirituales y sociales de su comunidad.

Un ministerio que crece con oración

El pastor Eliécer suele repetir una frase que resume su manera de vivir el ministerio:
“Yo, antes de hacer cualquier cosa, siempre acudo a Dios en oración.”

Esa convicción ha sido la brújula del crecimiento de la iglesia. Shalom nació gracias a la tutoría y acompañamiento del pastor Juan José Rivera, de la Iglesia Menonita Seguidores de Cristo en Sarasota, quien desde los primeros pasos los animó y luego de un tiempo de búsqueda termino conectándolo con la Conferencia Mosaico. Lo que empezó con predicación y pastoreo se ha extendido a una obra integral: atención a familias, formación bíblica y cuidado de los niños de su comunidad.

La fundación Descubre tu Propósito es un ejemplo de ello. Cada sábado, los niños reciben instrucción musical, refuerzo escolar y alimento. Para muchos, esa comida es más que un almuerzo: es un signo de dignidad y cuidado. Como dice el Evangelio: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque de los que son como ellos es el reino de Dios” (Marcos 10:14).

Una iglesia cercana a Mosaico

El vínculo entre la Iglesia Shalom y la Conferencia Mosaico se fortaleció el año pasado en el encuentro en Medellín, donde la familia pastoral de Eliécer y Malka participó junto a otros ministerios en Colombia. Ese encuentro reunió a siete representantes de Mosaico (seis desde Estados Unidos y uno desde Colombia) y cinco parejas de líderes locales: entre ellas, los pastores de la Iglesia Cristiana Anabautista de Cartagena, la Iglesia Anabautista Paz y Reconciliación de Medellín y la Iglesia Menonita Resplandece. “fue un momento clave para sembrar relaciones, compartir experiencias y soñar juntos en el marco de Caminando con Mosaico – Colombia” Javier Márquez.

La visión de la Conferencia es clara: ver cómo el Espíritu se mueve entre nosotros y fortalece las relaciones entre los ministerios de Mosaico en Colombia. Soñamos con una comunidad fraternal y cercana, siendo felices en nuestras muchas diferencias, y dando testimonio del amor reconciliador de Cristo. Shalom es una expresión concreta de ese sueño, un testimonio de cómo Dios está obrando en nuevos contextos.

Una visita que deja huella

En la más reciente visita a Cartagena, en compañía de Marco Güete (ministro de liderazgo de la Conferencia Mosaico), Sandra Luz y Javier Márquez, pudimos compartir de cerca con la iglesia y su liderazgo. No solo se trató de reuniones formales: almorzamos y cenamos en su hogar, compartimos tiempo con sus hijas, y fuimos testigos de la hospitalidad y sencillez con que viven su fe.

Visitamos la fundación Descubre tu Propósito, donde Marco fue retado a aprender a tocar la guacharaca y la batería junto a los niños, recibiendo con humor lo que él mismo llamó “vivir la experiencia”. En dos ocasiones participamos de los cultos dominicales, y en el segundo servicio Marco predicó sobre las diferentes maneras en que Jesús llamó a sus discípulos. Sus palabras resonaron entre las familias presentes, muchas de ellas enfrentando dificultades, pero aferradas a la esperanza que la iglesia les ofrece.

Una historia en construcción

El testimonio de la Iglesia Cristiana Anabautista Shalom es inspirador no solo por lo que hace, sino por cómo lo hace. Con sencillez, oración y perseverancia, acompaña a quienes más lo necesitan en una ciudad marcada por la desigualdad. La música, el alimento y la enseñanza se convierten en herramientas de transformación, y los niños de hoy son vistos como futuros líderes, pastores y ministros.

Para la Conferencia Mosaico, caminar junto a Shalom y otras iglesias en Colombia es una oportunidad de vivir nuestra identidad en comunidad global: celebrar lo que Dios ya está haciendo, aprender unos de otros y abrirnos al Espíritu que sopla donde quiere.

Hoy celebramos lo que Dios hace en Cartagena a través de esta iglesia. Y, como dijo Marco Güete al concluir una de nuestras conversaciones con el pastor Eliécer:
—“Necesitaba venir y vivir la experiencia.”

Una experiencia que nos recuerda que la misión no es solo un proyecto, sino un encuentro vivo con el Espíritu en medio de las comunidades que seguimos llamando, con alegría y esperanza.