El Dr. Tony Brun, teólogo, profesor y escritor ofrece la siguiente serie de estudio bíblico para ser coleccionada: Guías Para Encuentros de Reflexión Comunitaria. Esta es la sexta parte de la serie, con la esperanza que la disfruten, les sirva de recurso en el ministerio y que sea de gran provecho para todos los lectores. –Marco Güete

Introducción

Hace varios años en las densas y a veces tediosas clases de teología sistemática, a un compañero seminarista se le ocurrió encontrar las razones divinas por las cuales el Creador, habría creado el ser humano. Con candorosa inocencia aquel compañero de clase nos dijo: “Al final, Dios creó al ser humano para no cenar solo”. Parece claro que era un disparate. Pero en todo caso, no es más disparatado que muchas otras cosas que todavía hoy decimos o escuchamos sobre “Dios”. Con tal narcisismo o arrogancia decimos y escuchamos que “Dios es así”, que “Dios es asá”, “Dios me habló”, etc. ¡como si fuéramos conocedores al detalle de tan infinito Misterio! (Romanos 11:33-34).

Sin embargo,  a medida que pensamos y reconocemos nuestra experiencia en la vida, la frase de mi compañero “teólogo” parece cobrar algún sentido.  ¿A quién le gusta cenar solo? ¡No tiene gracia ninguna cenar solo!

Cuando era niño intentaba jugar a las damas, yo solo. Jugaba de los dos lados. Pero no funcionaba bien. Siempre desistía y terminaba aburrido.  Siempre sabía el movimiento de mi “oponente”. Nunca conseguía sorprenderme. No era un auténtico juego, porque precisaba a otra persona para jugar.  Este era el problema. Usted precisa una otra persona. Si usted fuera el único ser en toda la existencia, y quiere jugar cualquier juego de la Vida, usted tendría que hacer el papel del “otro”, fingir ser “el otro” y olvidar que está jugando en ambos lados. No es divertido.

No es entretenida la soledad, pero siempre está ahí.  Lenta, pero viene.  La pluma poética de Mario Benedetti así lo dice:

“después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad…” [i]

Aun esta digresión viene al caso aunque quizás sea un disparate más.  El Dios en el texto de la Vida y el Dios en el texto de la Biblia, es un Dios social. A Dios no le gusta la soledad. No es necesario volver a citar tantos textos sagrados que indicarían esa sociabilidad divina. Lo cierto es que, en diversas épocas y lejanas culturas, se intuye un Dios social. ¿No es acaso la misma creación fruto de un “deseo” social del Creador? [ii]

Esta era la intuición del antiguo pueblo guaraní al sur de las Américas.

PARTE 1. Textos de la Vida

1. El Padre Primero de los guaraníes se irguió en la oscuridad, iluminado por los reflejos de su corazón, y creó las llamas y la tenue neblina. Creó el amor, y no tenía a quién dárselo. Creó el lenguaje, pero no había quién lo escuchara.

2. Entonces encomendó a las divinidades que construyeran el mundo y se hicieran cargo del fuego, la lluvia y el viento. Y les entregó la música y las palabras del himno sagrado, para que dieran vida a las mujeres y los hombres.

3. Así, el amor se hizo comunión, el Lenguaje cobró vida. Y el Padre Primero redimió su soledad. Él acompaña a los hombres y las mujeres que caminan y cantan: Ya estamos pisando esta tierra. Ya estamos pisando esta tierra reluciente.

Leamos todo el Texto de la Vida para comprenderlo en su totalidad.

1. Usando unos minutos para reflexionar individualmente o en grupo, pensemos ¿qué título le podríamos al texto? ¿Por qué?

2. Leamos ahora el verso 1.
   1. ¿Qué sabemos sobre los guaraníes?
   2. ¿Cuál es la imagen de Dios o la teología de este verso 1?
   3. ¿Qué significado tendría para nosotros saber que Dios es Padre y Creador?
   4. Enumeremos cuál sería – en este momento – para nosotros “la oscuridad” que menciona el verso 1?
   5. ¿Qué sentimientos te inspira escuchar la frase: “El Padre se irguió en la oscuridad, iluminado por los reflejos de su corazón…”?

3. Dios creó cuatro cosas. ¿Cuáles son? Con las dos últimas, Dios “tenía” problemas. ¿Por qué?

Nota: El texto señala la necesidad del “otro”. Otro que no sea “yo”, otros que sean un “tú”. El amor y el lenguaje fueron creados para realizarse en el encuentro y la relación “yo-tú”. Es decir, en el “nosotros”. Algunas corrientes de teología sistemática interpretaban que Dios al crear “autolimita” su yo para relacionarse con el “tú” y así posibilitar el “nosotros”.

4. ¿Cómo te sentirías si tienes amor pero no tienes a quién dárselo? ¿O si tienes palabra, lenguaje, pero nadie que te escuche?
5. Leamos ahora el verso 2.
   1. Dos cosas “dan vida” a mujeres y hombres, ¿cuáles son?
   2. ¿Por qué se le asigna tanta importancia a “la música”? ¿Qué está simbolizando la música?

Nota: Nunca deberíamos olvidar que el ser humano no sólo es idea y acción, verdad y eficacia, sino también es belleza, estética. No debe preocuparnos sólo lo funcional, lo ético, sino también nuestra dimensión estética. El cultivo de lo bello.  Aunque a los ojos del sistema sea “inútil”, es esencial a nuestra vida.

1. El texto también asigna importancia a “las palabras del himno sagrado”. ¿Qué es lo sagrado para nosotros?
2. Leamos ahora el verso 3.
   1. ¿Cuál es la frase o palabra que te ha gustado más? ¿Por qué?
   2. ¿Cuáles tres cambios ocurrieron con la creación-existencia y el encuentro con el “otro”?
   3. La palabra “acompaña” nos ilustra otras imágenes de Dios. ¿Cuáles podrían ser?

Nota: Dios se hace “compañero”, acompañante de los que “caminan” y “cantan”. De los que andan pero también de los que cantan. Es decir, no solo preocupados por el andar (lo ético) sino por el “ser” (lo estético).

PARTE 2. Textos de la Biblia

Leamos todo el texto de Juan 1:1-5, 9 y 14.

1. El título de este Encuentro 6, ¿es apropiado al texto bíblico? ¿Por qué?

2. Comparemos brevemente las dos revelaciones (Vida y Biblia).
   1. ¿En qué se asemejan? ¿En qué se diferencian?
   2. ¿Cómo complemente e ilumina la revelación bíblica (texto de Juan) a la revelación de la Vida (texto guaraní)? (Si tenemos dificultad de responder a estas preguntas, el siguiente cuadro comparativo puede ser de ayuda)

                      Revelación en la Vida                                                   Revelación en la Biblia

3. ¿Cómo te sentirías cuando “vienes a los tuyo y los tuyos no te reciben”? ¿Has vivido una experiencia así?

4. El versículo 11 se asemeja a dos frases del mito indígena (verso 1). ¿Cuáles son estas dos frases y en qué se parecen con el versículo 11?

5. En el mito indígena “las palabras sagradas dan vida”. El texto bíblico dice: “…en la Palabra estaba la vida”. Leamos también Proverbios 18:21a. ¿Cuándo nuestras palabras “dan vida” a otros y otras?

6. Hagamos una lista de nuestras prácticas comunitarias que hacen que “el amor se vuelva comunión”; que “el lenguaje cobre vida” y que “redimen la soledad”.

7. Observemos la relación de las frases: Cuando se redime la soledad, el amor se vuelve comunión y así, el lenguaje cobra vida.

8. Hay iglesias y grupos donde el lenguaje es muy elocuente y bíblico, sin embargo, parece no tener ni dar vida. ¿Por qué?

9. Enumeremos que cosas obstaculizan estas transformaciones (el amor en comunión, el lenguaje cobra vida, la soledad redimida) en nuestra comunidad.

10. ¿Qué haremos para poner en práctica lo que reflexionamos en este Encuentro 6

[i] Benedetti, Mario. Soledades. Ver: https://www.poemas-del-alma.com/mario-benedetti-soledades.htm

[ii] Reconocemos que la palabra “deseo” aplicada a un Dios creador, es un disparate teológico más. En rigor, si un Dios “desea”, perdería su omnipotencia al estar sujeto al deseo.

Para Mayor Información

Puede comunicarse con Marco Güete, Director de Ministerios Hispanos para la Educación Pastoral y de Liderazgo de la Agencia Menonita de Educación Marcog@MennoniteEducation.org