¿Qué es amarnos a nosotros mismos? Aprender a hacerlo, tal vez, es un camino desconocido, no sabemos cómo es amarnos, valorarnos, respetarnos, conocernos y aceptarnos, trabajar en nosotras y nosotros mismos, reflejar un amor sano que nos haga bien y les haga bien a las personas que nos rodean.
Trabajo como asistente de profesora de tercero de primaria en Bolivia, mi país. En una de las muchas actividades que tenemos en la clase con las niñas y niños hicimos un experimento sobre valorarnos y amarnos a nosotras y nosotros mismos. Empezamos mostrando dos fotos a la clase, una que es de un niño de tez blanca, ojos azules y cabello rubio, y otro de un niño de tez oscura, cabellos y ojos negros. Le hicimos tres preguntas a la clase al azar: ¿Cuál de los niños les parecía más bonito? ¿Cuál niño no les parecía bonito? ¿cuál de los niños se parece a ellos o ellas?
La mayoría de las respuestas apuntaron que el niño más bonito era el niño de tez blanca, que el niño de tez oscura no les parecía bonito porque sus ojos son negros y su piel diferente al del otro niño. Para ellos ser blancos y ojos azules les llamaba la atención y les parecía más bonito. Cuando les preguntamos cuál de los niños se parecía más a cada estudiante, la mayoría de las respuestas fue que se parecían al niño de ojos oscuros. De esta manera pudimos ver que nuestros niños y niñas de la clase se sentían inferiores y no se aceptaban o apreciaban por sus características físicas.
En la segunda parte de la clase lo que hicimos es que cada uno se mire en un espejo y nos diga qué veían y que les gustaba de cada uno y una, cada estudiante empezó a decir y descubrir qué les gustaba de sí mismos; como su sonrisa, ojos, cicatrices y así poder enviar estos mensajes a sus cabecitas sobre la importancia de valorarnos y amarnos tal y como somos además de respetarnos y ver la hermosura en cada persona en su exterior e interior. El fin de la actividad era enseñar la hermosura en la diversidad (culturas, razas) valorarnos y amarnos con esa diversidad que cada país y cultura tiene. Que todo ser humano sin importar el color de piel tiene los mismos derechos y oportunidades. El punto es que todos somos creación de Dios y que Dios nos hizo diferentes pero iguales ante sus ojos. Pero desde nuestra infancia vemos y aprendemos que el color de la piel puede ser una gran diferencia de preferencias, estatus, aceptación y oportunidades, levantando más a otros y desvalorizando a los demás y más aún a nosotros y nosotras mismas. Como adultos y adultas nuestra tarea es cambiar ese chip en las nuevas generaciones, dejar de juzgarnos, tener en cuenta cómo nos hablamos y hablamos a los demás, las palabras levantan pero también hunden y hieren. Dejemos de ser crueles con nosotros y nosotras mismas.
A veces en la familia y en la sociedad insertamos esa manera de pensar. Pero, ¿qué dice la biblia sobre valorarnos y nuestra autoestima? Hay un versículo en la biblia muy conocido que habla sobre amar a tu prójimo como a ti mismo (Mateo 22:39). En muchas ocasiones somos crueles con nosotros mismos, diciendo palabras negativas que pueden afectar en nuestro crecimiento personal, perdiendo la fe en nosotros de lo que podemos lograr, alcanzar y ayudar. Para amar a nuestro prójimo debemos empezar amándonos a nosotros mismo y así poder reflejar la luz que cada uno y una tenemos, esa luz que nos hace hijos e hijas de Dios. Porque como dice la palabra de Dios, nosotros sus hijos e hijas somos más que vencedores por aquel que no amó (Romanos 8: 37).
En otro pasaje de la biblia podemos encontrar cuando Jesús sana a la mujer encorvada (Lucas 13: 10-17) que estuvo 18 años atrapada en su enfermedad y Dios la liberó (Lucas 13: 10-17). Cuando leí este pasaje me puse a pensar en aquella mujer y cómo se sentía; sentimientos de dolor, cansancio emocional y físico, tristeza, inseguridades, soledad y hasta conformismo, una autoestima baja por todo aquello que cargaba. En nuestra vida llevamos heridas internas muy profundas que tal vez tenemos desde nuestra infancia y que han afectado en nuestra autoestima, siendo injustos con nosotros mismos, desvalorizándonos con las palabras y pensamientos que afectan como vemos la vida y cómo nos vemos ante los demás. Pero Dios nos enseña que a pesar de las adversidades Él te pide que dejes tu carga ante Él y te veas con sus ojos.
Me gusta repetir esta frase “Dios es amor” porque es la frase más real que he leído y escuchado. Dios nos muestra su amor y quiere que nos veamos con ese amor que Él nos ve. Siendo así que nuestra identidad no sea la amargura, abandono, estrés, ansiedad, dolor, inseguridad sino que estos sentimientos sean un recordatorio que Dios es mucho más que todo eso. Amate como Dios te ama, valora lo que vales para Dios y aprendamos a vernos con una identidad en Cristo. Nuestra identidad tiene que basarse en Cristo y sus enseñanzas y el amor que El refleja en nuestras vidas. Viendo la vida de otra manera, agradecer por lo que tenemos, esperar en el Señor y no desesperarnos. Ser amables con nosotros mismos, pacientes, disfrutar del proceso y aprender del mismo y sobre todo amarnos para amar a los demás.
Have a comment on this story? Write to the editors. Include your full name, city and state. Selected comments will be edited for publication in print or online.