El programa de Servicio de Verano del Comité Central Menonita (CCM) solo tiene 10 semanas de duración por año, pero tiene un impacto positivo en los jóvenes voluntarios en ese tiempo y en los años venideros.

Solo pregunte a Ana Hinojosa de Brownsville, Texas, que atribuye al programa del CCM el haberla ayudado a convertirse la persona que es hoy.

Actualmente coordinadora de educación de inmigración de MCC Central States, Hinojosa completó el programa de Servicio de Verano en 1991 en Iglesia Menonita del Cordero, Brownsville, cuando tenía 19 años.

El programa de Servicio de Verano está diseñado para ayudar a las personas jóvenes de color a desarrollar habilidades de liderazgo trabajando en sus iglesias y comunidades locales. Se alienta a las iglesias a enviar una solicitud al CCM ahora para ser parte del programa de Servicio de Verano 2017.

Durante su período, Hinojosa trabajó en un centro de tutoría que respondía a las necesidades de 80 niños de jardín de infantes a sexto grado. También ayudó con la Escuela Bíblica de Vacaciones.

“Brownsville es una de las ciudades más pobres de EE. UU. Muchos niños se esfuerzan porque su único idioma es español y solo aprenden inglés en la escuela”, contó Hinojosa. “Intentamos modificar el programa tanto como pudimos para ayudarlos”.

Hinojosa expresó que aprendió la importancia del trabajo de servicio caritativo en su iglesia. Además de completar el Servicio de Verano, Hinojosa también trabajó como joven líder y como maestra de la escuela dominical. A través de este trabajo de voluntariado, Hinojosa aprendió habilidades y se inspiró.

“Soy una mujer de color en una cultura muy dominante por los hombres. A través del Servicio de Verano, aprendí que está bien ser una mujer de una minoría y que puedo liderar un programa.  Eso fue fortalecedor”, declaró Hinojosa. “El Servicio de Verano me cambió completamente como persona, como mujer, y me ha marcado como adulta”.

Conrado Hinojosa fue el pastor principal en la Iglesia Menonita del Cordero cuando Hinojosa, su sobrina, trabajó allí en el Servicio de Verano. Dejó el puesto en 2005. Dijo que la comunidad de la iglesia era relativamente nueva cuando Hinojosa comenzó a trabajar y su ayuda fue crucial.

“Ana fue muy alentadora y de ayuda para los jóvenes y los niños en ese momento”, contó Conrado Hinojosa. Su trabajo en la iglesia ayudó a los estudiantes a contemplar la posibilidad de ir a la universidad, dijo, y algunos lo lograron.

Hinojosa expresó que la educación fue siempre su mayor pasión. Fue la primera persona de su familia inmediata en obtener una licenciatura. También logró un título de maestría y actualmente está dedicándose a un doctorado en educación.

“Utilicé esta pasión para inspirar y motivar a los niños y a los jóvenes a apuntar lo más alto posible en lo que se refiere a su educación”, explicó. “Siempre promociono nuestras escuelas terciarias y universidades menonitas porque creo que ofrecen algunos de los mejores programas”.

Hinojosa recomienda a menudo el Servicio de Verano. Incluso su propio hijo, David Andrew Hinojosa, 20, participó el verano pasado en el New Life Christian Center en San Benito, Texas. Planificó y lideró el programa Ministerio de los Niños de Verano, recolectó útiles escolares y mochilas para un refugio local para los sin hogar, y apoyó  un programa de Escuela Bíblica de Vacaciones de una otra  iglesia.

Han pasado más de 20 años desde que Hinojosa participó en el Servicio de Verano, pero aún se asombra de su valor.

“Pude marcar un impacto en mis pares, en mi comunidad y en el mundo de una manera en que sabía que nunca hubiera podido hacerlo de ningún modo fuera de CCM”, declaró Hinojosa.