“¡Estos que han trastornado el mundo entero han venido también acá!” (Hechos 17:6)

Pablo y Silas al llegar a Tesalónica predicando el evangelio de a Cristo, llegando a un gran número de corazones, recibieron esta acusación airada por parte de una turba de judíos envidiosos y alborotadores. Ellos estaban dispuestos de detener la predicación de cualquier forma, incluso asesinando a Jasón, a Pablo y a Silas.

Alrededor de 1450 años después, los anabautistas “cruzaron fronteras geográficas sin pedirle permiso a nadie. Desconocieron el principio de las iglesias territoriales, cuya confesión dependía de la opción religiosa apoyada por el o los gobernantes. Uno de los textos bíblicos más citados por los anabautistas, para defender su osadía de ir a donde les viniera en gana con su mensaje, junto con Mateo 28:19-20, fue el Salmo 24:1: ‘Del Señor es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan’”. (Carlos Martínez García en un artículo titulado: “Trastornando al sistema”)

Evangelizadores radicales

En este contexto de evangelización, persecución, martirio y expansión del Mensaje y el testimonio de aquellos anabautistas que dieron todo por seguir fielmente a Jesucristo, es que llegamos hoy, 499 años después del primer bautismo de creyentes en aquella reunión subversiva pero llena del poder del Espíritu Santo, cuando el 21 de enero de 1525 dio inicio a uno de los movimientos que más impactó al cristianismo actual.

Si bien la reforma de Martín Lutero trajo a la iglesia la posibilidad de leer la Biblia en el idioma del pueblo, el anabautismo apuntó a un cambio radical sobre cómo interpretar las Escrituras. La libertad del Espíritu impulsó la formación de una iglesia libre, separada de cualquier tipo de poder coercitivo, y por supuesto, el objetivo central era impulsar un nuevo modelo de iglesia; y no que haya sido nuevo, sino que era el modelo de las iglesias del siglo I, cuando se formaba el canon del Nuevo Testamento.

Siglos de tradición y corrupción habían llevado a la iglesia a un punto que hubiera sido completamente irreconocible para los apóstoles si hubiesen resucitado y vieran todo aquello. ¿Habría sido en vano toda la sangre derramada por los cristianos perseguidos por judíos y romanos? ¿Habría alguien que estaría dispuesto a dar su vida por volver al espíritu y las convicciones de la iglesia primitiva?

Reformadores radicales

Si bien, El Espejo de los Mártires presenta muchísimas historias de martirio durante la historia del cristianismo, los radicales anabautistas resultaron en un movimiento de trastornación (los grandes poderes del mundo fueron sacudidos) y transformación de miles de personas. No podríamos conocer todo el efecto de lo que sucedió ya que miles de historias no fueron preservadas, pero las que tenemos nos muestran un valor impresionante, el coraje de personas que lo dieron todo, y aún la vida misma, por llevar adelante sus fuertes convicciones de un Jesús real, vivo y poderoso, al que cualquier persona puede llegar, ante la presencia del Padre, y en el poder del Espíritu Santo.

¿Y qué pasa hoy?

Casi llegamos al gran jubileo anabautista, ese año en que han pasado 50 decenas de años… un poco más de 70 semanas de años. Es un momento no únicamente para celebrar nuestra herencia de fe. Sino también, es un momento para renovar nuestras vidas, tomando el ejemplo de aquellos hombres y mujeres del siglo 16, que hicieron mucho más que simplemente ruido.

Estamos viendo los esfuerzos que se están realizando para la realización de la biblia comentada por creyentes anabautistas del siglo 21. Muchos libros y artículos se publicarán; seguramente también documentales y programas de TV. Posiblemente se fabricarán remeras, llaveros, etc. sobre los 500 años; y tal vez incluso aparecerá un Playmobil de Menno Simons.

Pero no nos quedemos solamente con esto. Tomemos el modelo de fe de aquellas personas del siglo 16; tomemos el modelo de iglesia que ellos nos dejaron, y adaptemos todo esto a nuestra realidad del siglo 21, con la dirección de la Palabra de Dios y la iluminación del Espíritu Santo.

Comparto un bosquejo que publicamos hace algún tiempo que nos ayudará a entender los principales valores de los anabautistas del siglo 16. Tal vez usted con su iglesia o grupo pequeño quieran analizar uno de estos doce puntos cada mes, hasta la celebración que ya viene llegando.

Los anabautistas:

1. Un movimiento centrado en Jesús que se comprometió a seguirlo.
2. Un movimiento de discipulado que tomó en serio el Sermón del Monte.
3. Un movimiento de plantación de iglesias, pionero en nuevas expresiones de iglesia.
4. Un movimiento que tomó en serio el sacerdocio universal de los creyentes, que empoderó a sus miembros, hombres y mujeres.
5. Un movimiento por la paz que rechazó la violencia y abogó por la libertad religiosa.
6. Un movimiento perseguido que sufrió el exilio, el encarcelamiento y la ejecución.
7. Un movimiento que fundó las primeras iglesias libres de la era moderna en Europa: libres del control estatal, libres de las iglesias estatales.
8. Un movimiento que rechazó la idea de que la Biblia era plana y también desechó cualquier intento de utilizar el Antiguo Testamento para marginar, ignorar o descartar las enseñanzas de Jesús.
9. Un movimiento que rechazó la coacción (imposición) en relación con la fe. Ellos abogaron por la libertad de conciencia para todos.
10. Un movimiento que rechazó el bautismo infantil por considerarlo antibíblico y pastoralmente perjudicial. Ellos bautizaron a aquellos que respondieron al evangelio y se comprometieron a seguir a Jesús.
11. Un movimiento que rechazó el uso de la violencia letal en el sistema judicial y la guerra. Ellos se comprometieron con la no violencia y el establecimiento de la paz.
12. Un movimiento que rechazó los juramentos por considerarlos contrarios a las enseñanzas explícitas de Jesús. Ellos en cambio, se comprometieron a decir la verdad en todas las circunstancias.

Bendiciones y comparta este artículo con su iglesia y sus amigos.