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Trabajadores Esclavos en Estados Unidos. Un subcontratista de Homestead, Florida, fue sentenciado a cumplir años de cárcel en una prisión federal por el delito de esclavitud de acuerdo al “El Nuevo Herald,” de enero 24, 2017, Miami.

El libro de Filemón indica que Filemón tenía un esclavo llamado Onésimo, que servía en su casa. Onésimo encuentra la oportunidad de escaparse y es muy probable que al organizar su huida haya aprovechado para robar algo de valor para poder sobrevivir. Posiblemente por causa del robo, terminó en la cárcel

La esclavitud en la Antigua Roma constituía una de las características de la sociedad romana. A lo largo de toda la historia del imperio romano y su dominio sobre el Mediterráneo, Europa, África y Asia, la sociedad romana fue esencialmente esclavista,. La mayoría de los esclavos en la antigua Roma se adquirían a través de las guerras, los ejércitos romanos llevan los prisioneros de vuelta como parte de la recompensa de la guerra.

En los Estados Unidos, muchos empleadores reclutan a los trabajadores con falsas promesas de un trabajo estable y buen salario. Los trabajadores son luego llevados a fincas en zonas remotas en las que son obligados a trabajar bajo la amenaza de deportación o violencia física. Debido a que los empleadores retienen sus pasaportes, los trabajadores se sienten atrapados y no saben a quién acudir. La esclavitud es una realidad que persiste aún hoy día en los Estados Unidos. Por todo el país encontramos trabajadores inmigrantes que, alejados de la mirada del público, sufren abusos mentales y físicos en manos de sus empleadores.

En la cárcel, Onésimo se abre y se entrega primeramente al Señor, pero lo hace poniéndose en las manos de Pablo. Onésimo no es un convertido más, es alguien especial para Dios alguien por quien Dios sufre y a quien Dios quiere hacer bien. Y para eso Dios ha levantado a Pablo, lo ha fortalecido, le ha capacitado, le ha dado instrumentos poderosos de humildad y lo ha llenado de gracia para que pueda ser eficaz en esta tarea de restaurar vidas. Onésimo decidió seguir a Jesús: “te suplico por mi hijo Onésimo, quien llegó a ser hijo mío mientras yo estaba preso.” (v.10)

Oremos para que Dios ponga en nuestras manos, así como lo hizo con Pablo a inmigrantes bajo la esclavitud moderna para conducirlos a Jesús. La esclavitud es una realidad que persiste aún hoy día en los Estados Unidos. Por todo el país encontramos trabajadores inmigrantes que, alejados de la mirada del público, sufren abusos mentales y físicos en manos de sus empleadores.