El Dr. Tony Brun, teólogo, profesor y escritor ofrece la siguiente serie de estudio bíblico para ser coleccionada: Guías Para Encuentros de Reflexión Comunitaria. Esta es la segunda parte de la serie, con la esperanza que la disfruten, les sirva de recurso en el ministerio y que sea de gran provecho para todos los lectores. –Marco Güete
Introducción
Sin paz entre las culturas, difícilmente habrá paz en el mundo. Occidente no es la única cultura en el mundo. ¡Occidente es también un accidente! En la actual situación de la humanidad, en que una cultura tecnocrática y arrogante invade los lugares más recónditos del planeta, junto con el desarme de las armas debe suceder también el desarme cultural dominante que produce y reproduce las armas.
El alma de toda cultura es su religión. Por eso también, sin paz entre las religiones, difícilmente habrá paz en el mundo. El cristianismo no es la única religión en el mundo. Cristianismo es un istmo[1], ¡pero no es el único! En la actual situación de la humanidad, cuando la violencia en todos los niveles de las relaciones es un monólogo, debe suceder el diálogo para poder vivir.
En 1945 después de los bombardeos atómicos alguien le preguntó al Mahâtma Gandhi: “¿Cómo ve el futuro de la humanidad?” la respuesta de Gandhi fue: “Antes teníamos la opción entre violencia y no-violencia, ahora la única opción es entre no-violencia y no-existencia”.
Hoy más que nunca, la ortopraxis tiene primacía sobre la ortodoxia.[2] Desde el punto de vista religioso – y precisamente humano – tenemos que ser personas de buena voluntad y no meramente personas de buena doctrina.
Traemos aquí una notable contribución de Raimon Panikkar a esa actitud de buena voluntad intercultural e interreligiosa que ha superado el espíritu del conquistador, sea este misionero o tecnócrata.
“El Sermón de la montaña en el diálogo intra-religioso
Cuando entres en un diálogo intra-religioso, no pienses por adelantado en lo que tú debes creer.
Cuando des testimonio de tu fe, no te defiendas a ti mismo ni defiendes tus intereses concretos, por sagrados que éstos puedan parecerte. Haz como los pájaros del cielo, que cantan y vuelan y no defienden ni su música ni su belleza.
Cuando dialogues con alguien, observa a tu interlocutor como si se tratara de una experiencia reveladora, como mirarías o debieras mirar a los lirios del campo.
Cuando inicies un diálogo intra-religioso, busca quitar primero la viga de tu ojo antes de sacar la paja de tu vecino.
Bienaventurado seas cuando no te sientas autosuficiente mientras estás dialogando.
Bienaventurado seas cuando confías en el otro porque confías en mí.
Bienaventurado seas cuando afrontas incomprensiones de tu propia comunidad o de otros por causa de tu fidelidad a la Verdad.
Bienaventurado seas cuando mantienes tus convicciones y sin embargo no las presentas como normas absolutas.
¡Ay de vosotros, teólogos y académicos, que despreciáis lo que otros dicen porque lo consideráis embarazoso o no suficientemente “científico”!
¡Ay de vosotros, profesionales de las religiones, si no escucháis el grito de los pequeños!
¡Ay de vosotras, autoridades religiosas, porque impedís el cambio y la re-conversión!
¡Ay de vosotros, gente religiosa, porque monopolizáis la religión y sofocáis el Espíritu que sopla donde quiere y como quiere!” [3]
Encuentro 2. Dios Sueña y Nosotros También
PARTE 1. Textos de la Vida
- La mujer y el hombre soñaban que Dios les estaba soñando.
Los indios makiritare[4] saben que, si Dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si sueña con la vida, nace y da nacimiento.
- La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante.
Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer.
Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio.
- Y Dios, soñando los creaba, y cantando decía: “Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir, y otra vez nacerán. Y nunca dejarán de nacer, porque la muerte es mentira.”
Leamos todo el texto lentamente para comprenderlo en su totalidad.
- ¿Cuál es la palabra que más se repite? ¿Sobre qué trata el relato mítico?
- ¿Qué títulos le pondríamos al texto? ¿Por qué?
(Compartir libremente el título escogido y fundamentar el porqué).
- Según el mito, ¿en qué se parecen los seres humanos con Dios?
Nota: es interesante que “soñar el sueño de Dios” no es tarea exclusivamente masculina o femenina, sino de ambos. Y también que el relato dice: “la mujer y el hombre” en tres ocasiones y en ese orden.
- Dios sueña, pero no es un soñador indiferente. ¿Por qué? ¿Con qué cosas sueña Dios? ¿Qué imagen de Dios surge del verso 1? ¿Qué significa que “los indios makiritare saben”?
- Leamos ahora el verso 2.
- La mujer y el hombre hacían tres cosas dentro del “gran huevo brillante”. ¿Cuáles eran esas tres cosas?
- ¿Querían quedarse adentro? ¿Por qué tanta alegría?
- ¿Qué otras frases y anhelos populares semejantes nos recuerda el relato cuando dice “ganas de nacer”?
Nota: En nuestros “huevos eclesiales” también cantamos o bailamos o armamos mucho alboroto, pero no siempre anhelamos salir y nacer a una nueva vida, a una nueva sociedad, con nuevos modos de relaciones sociales.
- ¿Por qué? ¿En qué momentos caemos en la tentación de quedarnos dentro y no comprometernos con el afuera?
- ¿Tendrá algo que ver con dejar de “soñar el sueño de Dios”? ¿Por qué?
- La felicidad de la mujer y del hombre no se basa sólo en sus “ganas de nacer”. ¡Hay una convicción previa!
- ¿Cuál es esa certeza sobre el sueño de Dios que los animaba a “salir” a la vida?
- Reflexionemos en esta frase: “El sueño alimenta la esperanza y la lucha”
- Leamos ahora el verso 3.
- Ahora el sueño de Dios no es sólo “soñar”, sino que tiene también una acción liberadora. Hay tres verbos que indican esa acción liberadora de Dios. ¿Cuáles son esos tres verbos?
- ¿Qué sentimientos nos inspira este verso 3? ¿Por qué?
¿Responde a algunos deseos o esperanza de tu vida actual? Compartir libremente.
- ¿Qué quiere Dios – según este verso 3 – para la mujer y el hombre? ¿Cuál es su voluntad?
- ¿Qué significado tiene para nosotros ahora la frase: “la muerte es mentira”?
Interpretemos libremente.
- Evangelio significa “una buena noticia”. Entonces, ¿cuál es la “buena noticia” (evangelio) que nos anuncia este texto indígena?
PARTE 2. Textos de la Biblia.
- Leamos todo el texto del profeta Isaías 65:17-23 (preferiblemente en una Versión Popular de la Biblia).
- ¿Cuál es la comparación o imagen que más te ha gustado? ¿Por qué?
- ¿Encuentras aquí una respuesta a lo que más deseamos y soñamos en la vida? ¿Qué respuesta?
- Comparemos las dos revelaciones (Vida y Biblia) y enumeremos las semejanzas que vamos encontrando.
- Leamos una vez más el texto bíblico y enumeremos una a una, las cosas bonitas del “sueño de Dios” que aquí aparecen. Hagamos una lista.
- Comparemos la lista anterior con la vida que vivimos y enumeremos las diferencias.
- ¿Qué tiene que cambiar en nuestra comunidad, en nuestra sociedad, en nuestro país, en nuestra América para que pueda ir haciéndose realidad “el sueño de Dios”?
- Los cristianos deberíamos probar y entonces anticipar con vuestra vida que ese sueño es posible. ¿Qué señales hay en nuestra comunidad o iglesia al respecto?
- ¿Cuáles son las acciones que realizaremos para contribuir y “soñar con el sueño de Dios” en cada uno de nosotros y nosotras, en nuestra comunidad, nuestro barrio, nuestra ciudad?
[1] Istmo: “prolongación, unión, extensión o cuello que une dos mayores de tierra”.
[2] Ortopraxis = práctica correcta. Ortodoxia = doctrina correcta.
[3] Panikkar, Raimon: La nueva inocencia (EVD, Navarra 1993) pp. 307-308
[4] Cultura Yekuana o Makiritare de la familia de los Caribes (región amazónica de Venezuela y norte de Brasil)
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