This article was originally published by The Mennonite

Hay Algo que el Covid-19 no ha Podido Llevarse, la Esperanza en Jesucristo – Abraham Ulises, Pastor en Texas

Como si no fuera suficiente, el cambio climático, los rumores de guerra, la caída del petróleo, el alza del dólar, el creciente declive que vive la sociedad actual, llega un virus que atemoriza y hace estremecer a los más poderosos del mundo, pareciera que el Covid-19, hubiera nacido inspirado en una obra cinematográfica de suspenso y ciencia ficción aquellas como Contagio, Epidemia o Virus, que proyectaron en su momento, un mundo sumido en un profundo desespero por una amenaza tan latente pero al mismo tiempo tan impredecible.

Y es que no es para menos, con ciudades de aspecto fantasmal, centros comerciales, colegios, universidades, empresas, parques, iglesias y muchos más lugares cerrados, se siente como si el fin estuviera muy cerca; al respecto el pastor Abraham Ulises, quien pastorea la Iglesia Menonita Buenas Nuevas en Texas, dice que si bien es cierto, este virus se ha llevado lo más preciado que pueden tener las sociedades -la vida de las personas-, hay algo que el virus no ha podido llevarse, y es la esperanza en Jesucristo que aún se vislumbra radiante para el futuro venidero.

En armonía con lo anterior, comenta el pastor Ulises, este virus a hecho replantearse a la sociedad actual en muchos aspectos, siempre en aras de un cambio, tanto negativo como positivo, un ejemplo de ello es el reto que están viviendo muchas comunidades de fe, al no poderse congregar en el edificio físico. Esto ha creado una trasformación en la manera de hacer iglesia desde las casas con el apoyo de las nuevas tecnologías, tecnologías valga la redundancia, qué por muchos años, para ser exactos, menos de dos décadas, no fueron bien vista por algunos sectores, los más conservadores. Su implementación era la introducción del modernismo en la iglesia.

Es así como muchas comunidades de fe no estaban preparadas para participar en un servicio cristiano desde sus hogares, pero esta situación tan particular -el estar en cuarentena-, ha hecho que muchas iglesias estén experimentando una “metanoia”, es decir, un cambio de mentalidad, al observar que el uso de dichas tecnologías no solo aporta una herramienta a la hora de conectarse sino que permite que el mensaje y la expansión del reino de Dios en la tierra sea real y efectivo. Permite que el mundo se conecte en un instante, posibilitando que la iglesia se replanteé sobre el concepto de ser iglesia, no es solo por el edificio físico, sino que son las personas que aportan valor agregado al mismo.

“…y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” Romanos 8:28) …”

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