Los seres humanos anhelan ser prósperos, tanto económica como espiritualmente, cualquiera sea el tipo de bienestar que persigan confluyen al mismo lugar, gozar de un porvenir, ya sea este por la conservación de la salud, la obtención de un buen empleo, la promoción en este mismo, la adquisición de una nueva casa o carro, el poder volar y estudiar en el extranjero en una universidad de altos estándares académicos o tal vez sea casarse con la persona de sus sueños, cualquiera sea el anhelo grande o pequeño, el ser humano lo guarda en su corazón y sueña con alcanzarlo.
Ante tantos sueños, que muchos quieren, pero pocos tienen, cabe preguntarse ¿Quieren todos pagar el precio tan alto que conlleva tener metas? Y es que, resulta fácil sentarse a mirar las redes sociales y fantasear con la vida de ensueño de las hermosas publicaciones de otras personas, donde al final del día solo quedan profundos sentimientos de desesperanza, por no tener la vida o la buena chequera de la cual otros gozan. Esto lleva a que florezcan sentimientos de comparación, tristeza y hasta enojo con Dios. Y es que el mundo, en el cual vivimos hiperconectados, gracias al avance que brinda las tecnologías por medio del internet, ha acrecentado estos pensamientos; ante esta realidad, que tanto chicos como adultos se enfrentan ¿existirá alguna solución? o por el contrario ¿la esperanza descansa en paz en el eterno “si hubiera”?
Ante las vicisitudes anteriormente planteadas, Sandra Montes Martínez, pastora y moderadora de la junta de la Iglesia Menonita Hispana de los Estados Unidos y estudiante del Seminario Bíblico Anabautista Hispano (SeBAH), explica cómo la educación puede cambiar el transcurso de la vida de alguien, la educación es liberadora ya que posibilita combatir la pobreza extrema, ante un mundo de constantes cambios, la opción no es rezagarse en palabras vanas como “si la hubiera” sino al contrario, alentarse en la palabra de Dios, la cual está llena de promesas, promesas alcanzables y verdaderas de la misma manera, esforzarse ya que cuando se quiere algo y se tiene la motivación correcta para realizarlo, se organiza en el tiempo, hace los sacrificios que sean necesarios para alcanzar esa meta, es decir las excusas no tienen más sentido, cuando se quiere perseguir un sueño.
En el caso de Sandra, ella encontró un balance entre ser madre, esposa, pastora y su trabajo, afirma ella, cada rol y responsabilidad son importantes y demandan un alto grado de compromiso, no solo de emociones por eso se organiza y aunque sabe que sus fuerzas puedan menguar, ella sabe que Dios la ayuda en cada momento, incluso cuando siente que no puede.
Para finalizar, Sandra recomienda no decaer ante las realidades de la vida, ya que siempre existirán retos, gigantes que derribar, pero en Jesucristo hay victoria, la escritura dice en Josué 29:11 Esfuérzate y sé valiente, para lo cual esforzarse no es solo creer, sino que esta va acompañada de dos verbos creer y actuar ya que es necesario mostrar interés, Dios se agrada en ello, Él nos dotó de muchas capacidades que podemos colocar en práctica y aunque a veces en el camino se presentan dificultades, Dios siempre está atento para sustentarnos y ayudarnos mediante su Santo Espíritu.
Have a comment on this story? Write to the editors. Include your full name, city and state. Selected comments will be edited for publication in print or online.