En medio del impetuoso sol del día en el desierto y las largas horas de caminata, un hombre se dirige con paso firme a fin de encontrarse con la caravana de emigrantes, la gran mayoría centroamericanos quienes se dirigen acelerados hacia la frontera -el cruce- entre México y Estados Unidos para ingresar al país del tan preciado sueño Americano, este hombre avanza largas distancias sin importar el calor del día, calor que alcanza temperaturas elevadas y empieza a fatigar su alma y cuerpo, ya que este se siente impetuoso como llamaradas de fuego, adicionalmente la pesadez de la ropa se hace insoportable como una carga pesada en un viaje largo, los zapatos consigo llevan impreso el polvo y las señales del viaje, la garganta clama urgida por agua para que calme la sed violenta que trae consigo y precisamente ahí en ese lugar, con su mirada amable y compasiva, fija sus ojos hacia la caravana que se escucha aproximarse cada vez mas cercana y ya no tan lejana como un gran estruendo en el firmamento, corre este hombre a su encuentro pero ¿Quien es este que corre tan afanado aun encuentro inusual? ¿Cual es su propósito en medio del desierto?

Bien este hombre es Saulo Padilla y a diferencia de aquel Saulo, el personaje bíblico que corría para perseguir cristianos con el propósito de torturarlos y asesinarlos, Saulo corre al encuentro con emigrantes para llevarles buenas noticias, noticias de salvación, esperanza de que aunque para ellos la vida se vea en una escala de negros y grises como una fotografía de blanco y negro, existe un futuro mejor, él les muestra el amor del Salvador de Cristo Jesús quien da vida en medio del desierto, tranquilidad y paz que va más allá de todo entendimiento humano. Saulo quien es de origen guatemalteco y se desempeña en la actualidad como Coordinador de Educación en el Comité Central Menonita, cuenta con una amplia experiencia relacionada en trabajos con inmigración a través de sus viajes a la frontera busca facilitar oportunidades de aprendizaje para que las personas en estado de indefensión y con el estatus de emigrantes puedan aprender de los derechos con que cuentan, pero en especial de que existe un Salvador que murió por ellos y brinda vida rica y en abundancia; al ver lo indefensos y frágiles que estas personas son cuando atraviesan el desierto en la total incertidumbre ante los peligros que estos conllevan, Saulo es movido a misericordia y esto lo impulsa a seguir los pasos de Jesús, amando como él amo, actuando con lo que tiene, así se embarca en esta aventura a la cual no todos quieren ir pero él sabe que Dios va con él, que cuando se siente fatigado por el violento calor o cansado, su fuerza proviene del Cielo y es Dios mediante su Espíritu Santo quien apareja y abre camino, trae aguas y manantiales en medio del desierto para llevar el mensaje de Salvación;  en estas caravanas ha visto como las promesas de Dios se cumplen y como muchos se han acercado a su Padre Celestial como en el caso de una señora quien en medio de las caravanas tubo un encuentro personal con el Señor Jesucristo aceptándolo como Señor y Salvador, ella confeso que Dios la acepto tal y como ella es, con los abrazos abiertos de par en par y como vio a Dios protegerla en medio de los peligros que se presentan en las caravanas,  ver que Él -Dios- es más que suficiente en su vida, estos son los momentos que lo llenan de alegría al presenciar el respaldo de Dios, pero no todo se queda en las caravanas pues Saulo lucha fervientemente a través del Comité Central Menonita y con la ayuda de varias organizaciones que luchan por la defensa de los derechos humanos para que muchos inmigrantes que se encuentran en estado de indefensión tengan oportunidades de salir adelante, también presentando propuestas para que existan políticas más proteccionistas y eficaces para aquellos que están bajo un estado de desprotección como por ejemplo niños, niñas, jóvenes, mujeres y hombres que buscan pasar la frontera y que son presa fácil de traficantes

De esta manera, Saulo comparte una pequeña parte del gran trabajo que realiza en la frontera y desde el Comité Central Menonita, trabajo que requiere esfuerzo, valentía y entrega, por la naturaleza que este trabajo conlleva, lo cual nos lleva a reflexionar sobre la vida de aquellos que cruzan cada día este valle  con dolor, la invitación apreciado lector es a  valorar todo lo que tenemos, viviendo una vida de continuo agradecimiento a Dios, por sus bondades, las pequeñas o grandes victorias, el techo que Él provee, la comida, el vestido; porque verdaderamente son un regalo otorgado desde el Cielo, ¿Sabia usted que cada día miles de personas emigran de Centroamérica e inician largos éxodos en búsqueda de un mejor porvenir? Motivados por la necesidad de encontrar mejores oportunidades de vida, estas personas se movilizan hacia el país de las oportunidades y del tan anhelado -sueño americano- donde todo parece ser ideal y perfecto, como en una verdadera producción cinematográfica al estilo de grandes productoras del talante Hollywood, es así como  el único deseo se convierte en ingresar a los Estados Unidos de Norte América, pese a las dificultades y los peligros que puedan encontrasen en el camino que conduce a su destino y es que no es fácil cada vez se vuelve más punzante y doloroso con cada paso dado, abandonar la tierra que un día los vio nacer, con el firme propósito de encontrar paz, seguridad y la tan preciada prosperidad económica, y es que la violencia, la pobreza extrema son por así decirlo el detonante que los hace emprender un largo y fatigoso camino, soportando el inclemente sol del día y la amarga brisa de la noche, caminando kilómetros de distancia, sintiendo en sus pies la pesadez del polvo de tan largas caminatas, el desgate de sus espíritus cansados que poco a poco por el hambre, el frio, el cansancio y la desesperanza se empiezan a apoderar de ellos, pareciera como si todo estuviera en contra de ellos, por un lado sus naciones de origen y por el otro lado la nación a la cual pretenden ingresar, su pregunta constante se encuentra basada en ¿Dónde encontraremos refugio?, ¿Existe esperanza en medio de los profundos y oscuros terrores nocturnos?. Sin lugar a dudas, la esperanza se encuentra en aquel que la noche venció, su nombre Jesucristo.