Papá Lonso, como todos te llamamos en la casa. Una generación numerosa de 6 hijas y 3 hijos, 31 entre nietos y nietas y 43 bisnietos y bisnietas. Que lindos esos momentos cuando nos reunimos. Como la hora de la comida sin cabida en la mesa, esperando turnos o simplemente buscando donde sentarse. Que dichosos éramos y tal vez no lo sabíamos. Las mejores épocas, los mejores momentos, “la familia”. Estoy segura que esos momentos te llenaban de alegría, estar juntos, compartiendo y disfrutando con mi abuela el amor que nos dabas, y el amor que nos enseñaste a dar. Siempre decías que estabas agradecido con Dios por la familia que tenías. Como dice en la biblia en Proverbios 4:6: “Corona de los viejos son los nietos, y la honra de sus padres los hijos.”
Recuerdo que me gustaba que me cuentes la historia de cómo conociste a mi abuela, esa dama que te flechó desde la primera vez que la viste. Tu compañera de vida por 65 años.
Un amor que tuvo trabas pero que demostraron que ustedes eran el uno para el otro para acompañarse en este camino llamado vida. Y qué decir de tus travesuras, frases y anécdotas que serán recordadas y contadas de generación en generación por nuestra familia. Pues nos sentimos orgullosas y orgullosos de ellas, son los recuerdos más preciados que nos regalaste.
Un día te pedí que me contaras la historia de tu vida. Perdiste a tú papá cuando tenías 4 años y empezaste a trabajar desde muy joven, y si que trabajaste mucho, un hombre constante, valiente y honrado.
Hoy estoy sentada en la cama de tu habitación que compartían con mi abuela, recordando esos cafecitos en la cama de las mañanas y el timbre del teléfono que desde temprano empezaba a sonar de las llamadas de tus hijos e hijas para decirles los buenos días. Hace unos meses atrás tu salud se complicó, y de un momento a otro el cáncer invadió. Tus hijos e hijas estaban tan abatidos, porque nunca pensaron que iba a ser de esa manera, de ver que cada vez tu estado de salud se iba haciendo más frágil. Los médicos decían una cosa y luego surgía otra, luego vinieron las intervenciones quirúrgicas, terapia intensiva, noches y más noches de desvelos en el hospital, decisiones difíciles de tomar respecto a tu salud, sin embargo a pesar del dolor físico y cansancio, nos demostraste que el amor te da fuerzas a pesar que a veces duele, pero el hecho de estar en casa y volver a ver a Juana tu esposa, a tus hijos e hijas y toda la familia.
Mi abuela, siempre he admirado su fe, su paciencia y calma, dando ánimos a sus hijas e hijos aunque por dentro estaba quebrada. Luego de casi dos meses por fin te pudieron sacar del hospital y llevarte a casa. Cuando llegaste a casa te esperamos con ansias, tus nietas pequeñas te hicieron un cartel de bienvenida, tu no podias hablar, estabas débil pero nos mandaste un beso y nos hiciste saber que estabas tan feliz de estar cerca de tu familia.
Un día me tocó cuidarte, pues teníamos turnos para poder ayudar y estar pendiente de tu salud. Mi abuela entró a verte y yo te digo: “Mire quién está aquí”. Y tú respondes que mi abuela estaba feliz. Ella se acerca y te pregunta “¿por qué estoy feliz?” Tú respondiste “porque estás sana Juana”. Entonces mi abuela dice: “estoy sana pero estoy herida del corazón al verte así. Ya vas a estar bien Alonso, quiero verte sano recuperado viejo”.
Hay palabras, frases y momentos que se quedan grabados en nuestro corazón y este fue uno de esos momentos que jamás voy a olvidar. Mis abuelos hicieron un pacto de amor cuando se unieron en matrimonio y estar juntos hasta el fin de sus días Así también como Dios hizo el pacto de estar con nosotros hasta el día en que El vuelva.
“Todos por naturaleza, como somos creados a imagen y semejanza de Dios, estamos capacitados para amar”, esta frase salió de una charla que tuve con un amigo de mi familia, el pastor Adán Cujuy. En esta conversación hablamos sobre el amor de Dios hacia sus hijos e hijas. Que es un amor incondicional y perfecto, pues Dios es perfecto, y al ser creados por Él nos dió ese hermoso sentimiento que es llamado amor. Pero, ¿por qué es incondicional? Pues Dios no nos puso condiciones al enviar a su hijo a morir por cada una de nosotras y nosotros. Sino que lo hizo por amor.
El 7 de Octubre a las 2:30 am mi abuelo se fue, dejando un gran vacío en la familia.
Tu ausencia se siente Papá Lonso. Cómo se extraña el sonido de tus pisadas por esta casa, tu voz, tu risa, tus ojos, espero nunca olvidar. La tristeza todavía invade el corazón de tu esposa e hijos/as pues despedirse de un gran amor no es fácil. Pues porque eso fuiste, eres y serás, nuestro gran amor.
“TE AMO y te voy a amar siempre, gracias viejo por hacerme feliz y por todos estos años de tu compañia”, esas palabras te dijo mi abuela el día que estábamos despidiéndote. Cuando pienso en ustedes se me viene ese versículo de la biblia que habla sobre la preeminencia del amor:
El amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y el conocimiento se acabará. (1 Corintios 13:1-8)
Pues todo se puede acabar pero el amor nunca dejará de ser. Así lo viviste con mi abuela, así lo vivieron, un amor que no es superficial, sino honesto, sencillo, sin máscaras, un amor donde siempre hubo el respeto y amor a Dios sobre todas las cosas. Como dijo mi abuela Juana: “en el matrimonio hay crisis, no es fácil pero lo más importante a pesar de todo, es el amor”, cumpliendo y siendo leal a ese pacto de amor que hicieron ante los ojos de Dios. Cumpliendo con amor el ser un esposo, papá y abuelo amoroso. Sembraste amor y cosechaste amor en nuestra familia. El amor es sufrido, lo pude ver y sentir, en los rostros de tus hijos e hijas abatidos, en esas noches y más noches de desvelos agarrando tu mano en el hospital, cuando podían estar cerca de tí, tus nueras que con amor también te atendieron y fueron una hija más.
El amor es benigno, así como tus nietos y bisnietos nos unimos para hacer actividades y que sea más llevadero los gastos del hospital, porque el amor nos dio más unidad y nobleza.
El amor todo lo espera, todo lo soporta, porque aunque los días se hacían más largos, pues luego no podías recibir visitas por tu estado de salud, siempre estaba alguien en el hospital, atento, esperando, de día y de noche en vigilia y todo por amor. Aunque el cansancio invadía el amor hacía que lo olviden.
Hoy estoy aquí escribiéndole una carta a mi abuelo que sé que no la leerá. Tantas veces tenemos a las personas que amamos cerca, vivas y nos guardamos las palabras y sentimientos para después, un después que ya no habrá. Hoy ya no puedo volver atrás y recuperar el tiempo preciado con mi abuelo, tener más conversaciones y haberle dicho más seguido que lo amaba y que me siento tan honrada de ser su nieta.
1 Tesalonicenses 5:18 dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.
En este artículo quise compartir un poco sobre mi abuelo y el amor hacia su familia y esposa. Hoy quiero exhortarte a que valores lo que Dios te ha dado. Detengámonos un instante y hablemos con nuestros seres queridos, familia, amigos, pareja, perdona, pide perdón, haz las paces, dejemos a un lado el orgullo, di mas seguido te amo, vive ese regalo tan hermoso que Dios nos regaló, el amor.
Mami Juana, mi abuela querida, tu fortaleza es admirable y como dijiste, es solo Dios. Los recuerdos de mi abuelo te abrazan y aunque él ya no está aquí, estás feliz porque sabes donde está y porque el tiempo que Dios les regaló para estar juntos te hizo muy feliz.
Este artículo quiero dedicar a ese gran amor de mi abuelo Alonso Aguilar y mi abuela Juana Moreno, un amor de 65 años de matrimonio, con sonrisas y tristezas, pero sobre todo con mucho amor que los mantuvo juntos hasta que el Señor llamó a mi abuelo a su presencia.
Have a comment on this story? Write to the editors. Include your full name, city and state. Selected comments will be edited for publication in print or online.