Una iglesia, una vez liberada de la compulsividad y de la urgencia de manejar el mundo, podría entonces encontrar maneras y formas de sugerir— aun a la humanidad que está más allá de sus fronteras— la invitación a servir a la sociedad.
(John H. Yoder)
De principio a fin, de derecha a izquierda, el tema de la proclama del Nuevo Testamento es el de un estilo social caracterizado por la creación de una comunidad y por el rechazo de la violencia de cualquier clase. La cruz de cristo es el modelo de la eficacia cristiana social, el poder de Dios para aquellos que creen.
(John H. Yoder)
En el 2022 se cumplen 50 años de la publicación del libro de John Howard Yoder, The Politics of Jesus. Publicado en español en 1985 como Jesús y la Realidad política. Tal vez este título suena menos controversial en un contexto latinoamericano donde apenas habían pasado 5 años del asesinato a uno de los principales profetas de la teología de la liberación, monseñor Óscar Romero. En 1985 el Vaticano también cuestionó públicamente la obra del teólogo Leonardo Boff, a quien condenaron a “suspensión A Divinis”, un año de “silencio”, donde no podía publicar libros o dar conferencias porque supuestamente su teología se había vuelto peligrosa, herética y muy “política”.
Ya se han escrito varios artículos relacionados con la publicación de este libro de Yoder al español. Dionisio Byler publicó en el 2005 un artículo titulado, John H. Yoder y su Jesús y la realidad política: reflexiones 30 años después. La trascendencia de este teólogo menonita ha llegado incluso a filósofos como Slavoj Žižek, que lo menciona en un libro titulado Viviendo en el final de los tiempos. El siguiente fragmento de Žižek sobre el libro de Yoder no tiene desperdicio:
Entre los teólogos contemporáneos, fue John Howard Yoder el que, en The Politics of Jesus (1972), condenó este compromiso de la Iglesia en el siglo IV con el emperador Constantino, considerándolo un funesto alejamiento del pacifismo y de la desconfianza hacia la riqueza del Nuevo Testamento, un alejamiento hacia una ética «responsable» apropiada para las clases dominantes que no reconocían a Jesús como el Señor. Yoder llamó «constantinismo» a este acuerdo por el que el Estado y la Iglesia se apoyan en sus objetivos, y lo consideraba como una peligrosa y constante tentación. Pero Yoder no rechazaba el constantinismo a cuenta de una ascética retirada de los creyentes de la vida social: consciente de las limitaciones de la democracia, entendía que «ser cristiano» suponía un punto de vista político no resignado. La primera responsabilidad de los cristianos no es apoderarse de la sociedad e imponer sus convicciones y valores sobre gente que no comparte su fe, sino «ser la Iglesia». Negándose a devolver mal por mal, viviendo en paz y compartiendo los bienes, la Iglesia da testimonio del hecho de que hay una alternativa a una sociedad basada en la violencia o en la amenaza de la violencia. (Žižek 2010, 141)
¿Qué hace un filósofo “ateo” con afinidades a un “cristianismo materialista” hablando de John Howard Yoder? Al parecer está haciendo lo que muchos cristianos “con afinidades al estado-nación y al capital” no hacen, denunciar la unión entre el estado y la iglesia para legislar sobre otros cuerpos por medios violentos. Pero Yoder sabía bien que esto no significaba que la Iglesia debía ser “apolítica”, todo lo contrario, tal como menciona Žižek siguiendo a este teólogo menonita, la iglesia es política, una comunidad que plantea prácticas materiales concretas como opción a lo que nos ofrece el mercado y el capitalismo.
Comencé mencionando el contexto y los antecedentes a la publicación del libro de Yoder al español justamente porque quiero poner en evidencia que a veces pesa más el constantinismo y la visión hegemónica de ciertos sectores religiosos sobre política que ser fiel al llamado cristiano de amar al enemigo, ayudar a los pobres, dar de beber al sediento, cuidar a las viudas, liberar a los cautivos, etc. Cambiar el nombre “The Politics of Jesus” a “Jesús y la realidad política”, puede ser cobardía o, en el mejor de los casos, podemos leerlo como parte de un mecanismo para que no se censure el libro o inclusive prohiban publicarlo. ¿Cómo colamos un texto “revolucionario”, y en algunos sectores religiosos incluso calificado como herético, dentro del mercado de ediciones de libros cristianos protestantes? Adaptando un nombre que no sea tan controversial y colocando un prólogo a la edición castellana por parte de una autoridad como Samuel Escobar de la Fraternidad Teológica Latinoamericana. En ese prólogo Escobar presenta la propuesta de Yoder como una alternativa a las teologías tradicionales y también a la teología de la liberación que estaba en todo su apogeo en ese tiempo. Aunque es una alternativa real la propuesta que hace Yoder, no media un espacio intermedio entre lo tradicional y lo revolucionario sino que fuerzas sus extremos y propone incluso una teología más radical: la de ver a la iglesia como un agente político en todo derecho. Ya nos decía el teólogo Stanley Hauerwas: “La iglesia no tiene una ética social, la iglesia es una ética social” (Hauerwas 1991, pp. 99-104). No es cuestión de situar a la iglesia junto a los partidos políticos de derecha o izquierda. La iglesia tiene sus propios recursos litúrgicos-culturales para crear una forma de vida que pueda resistir al impulso capitalista de moldear nuestros deseos al antojo del mercado. Lamentablemente, es más fácil acomodarse al gobierno de turno que resistir junto a las y los “condenados de la tierra”.
Esperemos que se puedan reeditar y difundir libros como los de John H. Yoder sin tantas trabas y malabares. Que pese más la misión cristiana que el acomodo partidista, que pese más la política de Jesús a la política del capital.
Nota: Aunque hace ya algunos años se han destapado acusaciones de abuso por parte de John Howard Yoder es importante dar cuenta la influencia de su pensamiento en la teología y en particular en la tradición anabautista. Detenernos en los fundamentos teológicos que Yoder usó para “justificarse” es un tema pendiente y darían para muchos más artículos. Un libro que recomiendo ampliamente para una crítica y evaluación del pensamiento de Yoder es Liberating the Politics of Jesus: Renewing Peace Theology through the Wisdom of Women editado por Elizabeth Soto Albrecht y Darryl W. Stephens y el texto “Defanging the Beast”: Mennonite Responses to John Howard Yoder’s Sexual Abuse de Rachel Waltner Goossen.
Bibliografía:
Goossen, R. W. (2015). “Defanging the beast”: mennonite responses to John Howard Yoder’s sexual abuse. Mennonite Quarterly Review, 89(1), 52-81.
Hauerwas, S. (1991). The peaceable kingdom: A primer in Christian ethics. University of Notre Dame Press.
Stephens, D. W., & Albrecht, E. S. (Eds.). (2020). Liberating the Politics of Jesus: Renewing Peace Theology through the Wisdom of Women. Bloomsbury Publishing.
Yoder, J. H. (1994). The politics of Jesus (Vol. 35). Wm. B. Eerdmans Publishing.
Yoder, J. H. (1985). Jesús y la realidad política. Ediciones Certeza.
Zizek, S. (2012). Viviendo en el final de los tiempos. Ediciones Akal, SA.
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