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Para un gobierno perturbador un profeta perturbador. Amós es un profeta que se involucra en la problemática de los pobres de los dos reino de Israel: el del norte y el del sur. La predicación del profeta ocurre en un periodo de crisis moral, no se puede confirmar que existiera una crisis política o económica. En los años de su juventud era evidente la prosperidad, riqueza y poder político en los dos reinos. Los países vecinos entre ellos Asiria, no constituían una amenaza.

El nombre de Amós está enlazado con el poblado de Tecoa. En Tecoa Amós tenía dos ocupaciones, cuidaba el ganado y le daba mantenimiento a los higos silvestres o sicómoros. Este oficio o negocio lo llevó al reino del norte donde descubrió las grandes diferencias económicas y sociales entre los ricos y los pobres.

Amós es un profeta que no solo se involucra en denunciar las injusticias que ve entre los políticos, la jerarquía religiosa y el pueblo. El acusa, declara, perturba, denuncia, pero propone soluciones. Amos era profeta, pero rehúye ser llamado como tal (Amos 14:15).  Esto naturalmente no implica que menosprecia este ministerio.

El mensaje perturbador de Amós es también un mensaje para la iglesia de hoy,  que denuncia la decadencia moral, injusticia social y el involucramiento en la problemática del desplazamiento de los pobres y desposeídos a los países ricos.  Denunciar y  dar soluciones, este es el mensaje que Amós.

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