Mi viaje a Honduras arrancó con los poco cómodos, pero normales percances de vuelo que tarde o tempranos siempre tenemos que vivir como son los aplazamientos de vuelo y los agendamientos a último minuto. Aunque mi vuelo se aplazó 12 horas y terminé viajando a las 3 am de la madrugada, logré llegar a este bellísimo país al día en las horas de la tarde y en el aeropuerto me estaba esperando uno de los hombres más gentiles y nobles que he podido conocer en toda mi vida: Don Félix Paz.
Don Félix es una de las personas claves de Heathy Niños Honduras, donde trabaja hace más de 15 años y cuyo rol es el de ser el puente entre la organización y las comunidades donde sirven. No se escapa ese detalle desde que lo conoces, porque su personalidad mansa, su actitud propensa a colaborar siempre y su paciencia invencible se unen a un corazón inmenso que se ha venido ganando la fama de los hondureños en el departamento de Cortés. Casi en todo lugar lo conocen o han escuchado de él, o lo que es mejor, de HNH, gracias a la labor que día a día viene realizando en compañía de un equipo grande e igual de entregado a su labor.
El trabajo de semana a semana de HNH consiste en la lucha contra la desnutrición infantil en Honduras. Fundado en 1987 como Mama Project, hoy Healthy Niños Honduras, cuenta con más de 30 años de experiencia en esta área, y todo este tiempo le ha servido para desarrollar un trabajo robusto y bien equipado que responde a la inmensa necesidad que existe en las zonas rurales de Honduras.
Describir el itinerario laboral de Don Félix nos sirve como un paisaje perfecto para describir a grandes rasgos la manera de trabajar de HNH: Primero, él junto a Gerson, mantienen una estrecha y continua comunicación con las más de 50 comunidades en donde hacen presencia. Así, van gestionando las brigadas médicas, conociendo de antemano las necesidades específicas de la comunidad y con ellas las necesidades urgentes de algunas familias. Luego, son los coordinadores de las visitas que se realizan y donde llevan las brigadas médicas.
Estas brigadas son uno de los puntos centrales de HNH. Su funcionamiento, aunque simple, en realidad requiere de un largo y esforzado trabajo donde se ponen a funcionar todas las áreas de la organización: por un lado, Herman Sagastume y Amanda Sagastume, director y fundraiser principal, coordinan los grupos de voluntarios que, desde una amplia cantidad de iglesias en los Estados Unidos, la mayoría menonitas, son enviados como misioneros o servidores a Honduras. Estando ya en los Estados Unidos, coordinan con Félix Paz y Gerson Alemán la agenda y se preparan los últimos detalles, para luego salir junto a un gran equipo técnico y tecnológico hacia la comunidad.
En el equipo se tienen las personas más profesionales y capacitadas: enfermeras, médicos, odontólogos y estudiantes universitarios, quienes estarán liderando cada uno de los espacios durante las brigadas. Al llegar a las comunidades, quienes se han preparado, ya sea en la iglesia o en la escuela del pueblo, con ayuda de todos se bajan de un inmenso camión todos los equipos que requerirá la brigada: casi que cargan en cada visita un hospital ambulante. Así es como se brinda el servicio a la comunidad de odontología, medicina general, vitaminas, medida de talla y peso, farmacia y una zona de donaciones.
No solo los equipos de voluntarios siempre están en la actitud más proactiva y alegre para prestar este servicio a la comunidad, sino sobre todo el equipo planta de HNH, empezando por sus directores, quienes no siempre acompañan las brigadas, pero sí están coordinando desde los Estados Unidos el funcionamiento de todo. El equipo de doctoras y enfermeras, Félix y Gerson, y todas las personas alrededor de cada brigada, juntan manos e invierten buenos litros de sudor mientras día a día atienden a más de 100 personas por promedio en cada una de las comunidades donde van. El programa, profundamente cristiano, no lleva ninguna agenda proselitista, aunque siempre se inicia y se termina con una oración, pero es de conocimiento general que cuando trabajan en virtud de la nutrición infantil y, por lo mismo, en el cuidado de niños y niñas, lo hacen por amor al Señor y al prójimo.
Aunque, a esta altura, el lector ya debe estarse preguntando en qué momento HNH se enfoca en la nutrición infantil. Pues bueno, las brigadas, con todo su despliegue técnico y su cobertura tan amplia, únicamente es el primer paso. Durante cada jornada, hay cuatro puntos clave que son como raíces donde más adelante se forma un árbol robusto y fuerte. Primero, llevan un registro digital de todos sus pacientes en por lo menos los últimos 6 años. Eso hace que HNH cuente con el historial médico de miles de personas, sobre todo niños y niñas, y así logren brindar una atención especializada y un seguimiento profesional que ni siquiera el Estado de Honduras tiene con estas personas.
Uno de los datos de este registro es precisamente la estación de medida de talla y peso, el cual funciona para saber quienes de los infantes se encuentran desnutridos y este es nuestro punto número dos.
Con estos datos, a las familias que cumplen con las desafortunadas características de tener a sus niños por debajo de la línea de nutrición, se les invita a ingresar en el Centro de Nutrición que HNH tienen en el municipio de San Francisco de Yojoa. Allí estas familias contaran con todo lo necesario para poner a sus niños en el nivel de peso sano y poder evitar de esa manera tragedias futuras. Este es el punto tres.
“Queremos ofrecer alternativas para una mejor salud y educación para las familias más necesitadas en las zonas rurales de Honduras. Personalmente, no quisiese y no quiero que los niños sigan muriendo por falta de alimentos. Por infecciones, por parásitos intestinales, por agua contaminada y por cosas que son prevenibles” Dr. Herman Sagastume.
El punto cuatro, se trata de dos servicios que se suman en las brigadas: la construcción de pisos aptos para combatir con las enfermedades gastro intestinales en los niños. Son cientos de pisos de cemento, que se donan en cada jornada a las familias más necesitadas y que son estratégicos, porque como el Dr. Herman nos explicaba en entrevista, en las primeras etapas de crecimiento es cuando los bebés comienzan a desarrollar sus enfermedades gastrointestinales al no contar con un piso que los proteja de todas las bacterias que tiene el suelo desnudo de la tierra. En tantos años, se calculan cientos y cientos de pisos construidos.
Otra de las donaciones son filtros de agua, cuyo propósito es cuidar a las familias de todos los virus y bacterias que se encuentran en el agua no potable. Todo esto, los filtros y el material para el piso, así como el sueldo de los profesionales y todo el financiamiento de la organización, se consigue gracias a las donaciones de las iglesias, personas particulares e interesadas en que HNH siga trabajando por el bienestar de los niños y sus familias en Honduras.
Regresando a don Félix Paz, él mismo y su familia, son una de las muchísimas familias bendecidas por este ministerio. 20 años atrás sus hijos también pasaron por el Centro de Nutrición y gracias a ello hoy son adultos sanos que trabajan y sirven a su comunidad. El sentimiento de agradecimiento de don Félix es tan inmenso que hoy es uno de los trabajadores que más hace por HNH, intentando llevar esta bendición a todas las comunidades donde sea posible.
“No sé si usted sabe la historia de las estrellas de mar. Un día un hombre viene a la playa y nota que está llena de cientos de estrellas de mar, muriéndose, entonces comienza a devolverlas al mar, toma una por una y la arroja al océano, pero el trabajo es duro, y un hombre se acerca y le dice: “Es imposible, son muchas, no puedes cambiar esto”, entonces el primer hombre toma en su mano una estrella de mar y le dice al segundo: “pero sí hice un cambio para esta”. Amanda Sagastume.
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