Años y años de luchas pudieron dar un paso más el pasado Mayo de 2023 cuando el Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Chaco, Argentina, ordenó entregar el titulo de propiedad comunitaria sobre todo el territorio de la Reserva Grande a los pueblos indígenas Moqoit, Qom y Wichí.

La lucha comenzó en el año 1986 cuando se creó el Instituto del Aborigen Chaqueño lo que dio lugar a que en el año 1991 el gobernador dictara un decreto reservando para los pueblos Moqoit, Qom y Wichí una superficie de más de 300 mil hectáreas en el Impenetrable chaqueño que actualmente se conoce como Reserva Grande. Dicho decreto propiciaba la formación de una comisión para llevar adelante el relevamiento topográfico y poblacional a fin de determinar el territorio aborigen y la relocalización de los actuales pobladores no indígenas.

En el año 1994 Argentina realiza una Reforma Constitucional donde reconoce la preexistencia de los pueblos indígenas y les da derechos a la propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan. Por eso, en el año 1996 se elabora un nuevo decreto adecuando la reserva a esta nueva reforma.

Entre los pueblos indígenas ya se encontraba sirviendo el Equipo Menonita cuya tarea había comenzado en 1942 por obreros fraternales de la entonces conocida como Junta Menonita de Misiones, actualmente Red Menonita de Misiones. Parte de las tareas del equipo era acompañar a las iglesias y comunidades indígenas de las provincias de Chaco y Formosa enseñando la Biblia pero también apoyar activamente el proceso de lucha por la recuperación de las tierras que originalmente fueron ocupadas por estas comunidades.

Fue a ese Equipo Menonita que se sumó la familia Acosta en el año 1995. Si bien la principal tarea de Luis Acosta era coordinar el equipo de traductores de la Biblia Qom, su formación como agrimensor le permitió brindar asesoramiento en representación del Equipo Menonita, en conjunto con otras ONGs, a las comunidades indígenas en su lucha por la recuperación de las tierras. Parte de ese esfuerzo llevó a la oportunidad de, en conjunto con el Comité Central Menonita, adquirir tierras en El Tabacal con el fin de entregarselas a la comunidad Moqoit de la zona cuya historia completa puede encontrarse en Anabaptist Witness.

Por otro lado, Mike Wigginton, obrero menonita ubicado en la ciudad de San Bernardo, convocó a Luis Acosta a sumarse a la Mesa Coordinadora Provincial. Esta mesa era un espacio donde los dirigentes indígenas de las tres etnias se reunían con ONGs como el Instituto de Cultura Popular, y organizaciones ecuménicas y religiosas como la Junta Unida de Misiones (JUM, formada por iglesias cristianas para desarrollar el vínculo y diálogo con las comunidades indígenas), el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA, organización católica al servicio de los pueblos indígenas), además de otros representantes católicos y metodistas. La Mesa Coordinadora Provincial era un espacio para apoyar y promover dialogo con el gobierno provincial para reclamar que se cumpliera el mandato constitucional de titular las tierras reservadas a los pueblos originarios.

Volviendo a la cuestión de Reserva Grande, la reforma de la Constitución abría la puerta de que estas tierras puedan finalmente titularse las comunidades indígenas pero esto requería resolver tres cuestiones: la mensura de dicho territorio; la definición de quien sería el beneficiario legal de este título; y la voluntad política para avanzar estos temas.

La mensura de dicho territorio se concretó y quedó acordada en 2011. En cuanto al beneficiario legal del título el requerimiento es que sea un título único de propiedad comunitaria, indivisible e intransferible a terceros (según la Constitución Nacional, la Constitución provincial de Chaco en su Artículo 37 y el Convenio 169 de la OIT). Esto ha llevado a un ida y vueltas en un proceso judicial interminable donde se tratan de detener intentos de subdidir la reserva, se discute el futuro de los pobladores no indígenas, y principalmente conflictos sobre que organización tiene representación legitima de las tres comunidades para llevar el nombre del título.

El 10 de Mayo de este año finalmente se logró fue una victoria ante años de luchas y luchas: el Superior Tribunal de Justicia ordenó al Poder Ejecutivo que escriture en un título único para todo el territorio y que relocalice o indemnice a pobladores criollos en el plazo de cuatro años, a la organización indígena Mowitob, que nuclea a los tres pueblos indígenas. Sin embargo en junio el gobierno provincial de Chaco presentó un recurso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, apelando la resolución del Superior Tribunal de Justicia lo que ahora llevará a comenzar una nueva lucha, quizás la última, quizas no, pero sobre todo requerirá más tiempo.

Hablando de tiempo, fue en el año 1991 que se creó la Reserva Grande. Generalmente se habla de que una generación es entre 20 y 30 años, lo cual es el período de tiempo en el cual se construye una identidad y en que un grupo pasa de la niñez a la adultez y comienza a formar familias. Más de 30 años pasaron desde la creación de la reserva, más de una generación de luchas solo por un tema particular, una identidad formada por la lucha, sin contar los años de sufrimiento desde que los pueblos originarios se vieron impactados por las políticas de exterminio y desterritorialización impulsadas por el Estado.

Esto nos recuerda las palabras de Jesús cuando nos recordaba que “la cosecha es grande, pero los obreros son pocos” (Mateo 9:37 NTV). Una lucha de más de 30 años. Algunos de los obreros menonitas y los líderes indígenas ya se fueron y otros se sumaron, pero en un trabajo tan grande, tan cansador, a veces tan desesperanzador, donde los poderes de este mundo apuestan a nuestro cansancio y abandono, es importante recordar el mandato de Jesús a orar para que Dios siga enviando embajadores de Su justicia para seguir construyendo un mundo de justicia y de paz.