No tengo nada…

Hace años recuerdo haber estado cansada y con mucho stress físico y emocional (Como todo nicaragüense en este momento) me encontré con un bonito devocional que decía que buscáramos a Dios a través de los sentidos. A través del tacto; oído; Gusto y vista. Solo pensé: “Ahh que bonito” y guarde el papel; tome mi café y encendí mi compu …un poco más tarde me encontraba visitando una escuela de sordos. Fue volver al punto de partida de esa mañana… Cuando la directora nos contaba de las dificultades de los niños/as y sus familias para aprender el lenguaje de señas y todo los estigmas que esto trae…. Me sentí tan mal por dar por sentado; que tener mis cinco sentidos; entre ellos el oír…era tan común y simple. Cuando muchas personas no lo tienen. Y de hecho en un país como Nicaragua y muchos en América Latina; las personas sordas viven en un mundo lleno de privaciones de sus derechos más fundamentales. Como el no saber leer y escribir por ejemplo. Que no se les incluya en temas tan importantes como la educación o consultas sobre democracia y demás agendas nacionales. Simplemente no son visibilizados/ as; permanecen en las sombras de una sociedad prejuiciosa y con pocas oportunidades que ofrecerles.

Casi terminando nuestro recorrido observe un sin número de guitarras. Me puse a pensar como será vivir en un mundo de silencio; sin poder escuchar ningún sonido; pero al mismo tiempo sabiendo que existe. También; como será adorar a Dios cuando no hay palabras… Y me di cuenta; que quizás el sentido más importante y el que nos hace mucha falta… Es el sentido que conecta con nuestra alma…ese poder conectarnos con la esencia de las cosas; el poder conectarnos con el ser del otro o la otra. El poder ver más allá de nuestras propias realidades. La conexión a mí misma a Dios; a la vida. Y entonces hoy caminando; conectándome; agradecí al Dios de la vida por la lluvia que me mojó, que me refresco cada poro de la piel; y me hizo sentir más viva que nunca… Con los ojos brillantes de mi hija que me esperaba con los brazos abiertos; Y es que lo “esencial” es y siempre será invisible a los ojos.

Hoy, recuerdo esto y me pongo a pensar también en las veces que he dicho no tengo nada, no soy suficiente. Sin caer en manuales de autoayuda, me pongo a pensar en el versículo de la viuda y Eliseo.  

La esposa de uno de los del grupo de profetas se acercó a Eliseo gritando: Mi esposo fue uno de tus siervos, y ahora está muerto. Tú sabes cómo honraba al SEÑOR. ¡Pero le debía dinero a un hombre que ahora viene a quitarme a mis dos hijos para que sean sus esclavos!

Eliseo le contestó: ¿Cómo te puedo ayudar? Dime, ¿qué hay en tu casa?

La mujer dijo: No tengo nada, sólo un frasco de aceite de oliva.

entonces Eliseo dijo:Ve y habla con tus vecinos y pídeles prestados todos los frascos vacíos que tengan, todos los que puedas. entra a tu casa y cierra la puerta, que estén sólo tú y tus hijos adentro. Usa el frasco de aceite y llena cada frasco vacío, uno tras otro”. 2 Reyes 4: 1-7 Palabra de Dios para Todos

La Viuda se presenta a Eliseo y le plantea que sus acreedores se quieren llevar a sus hijos y ella no “TIENE NADA” para evitar que esto pasara. Si nos damos cuenta de como transcurre el texto, la mujer dice no tener nada, pero Eliseo la confronta y le pregunta “Dime que hay en tu casa” La viuda, se da cuenta que tiene un frasco de aceite de oliva.  Todos sabemos como opera el milagro, pero parte de que la mujer en realidad tiene más que nada. Tiene muchos recursos: El frasco, los vecinos que le proporcionan los frascos, los hijos que le ayudan a llenar, la habilidad de venderlos, su propia resiliencia.

La verdadera moraleja de estas dos historias es que siempre contamos con recursos, con habilidades, historias, actitudes que nadie más tiene y que sólo nosotros y nosotras poseemos. Es necesario entonces recorrer nuestro camino de aceptación de nuestras propias fuerzas, de preguntarle a Dios y decir no tengo nada.. y que él nos guié apreciar el milagro de la vida.

Wendy Vado

Wendy Vado (34) Nicaragüense. Estudió filología y comunicación social en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. Le gusta escribir y Read More

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