This article was originally published by The Mennonite

¡Bienvenido y bienvenida a Meno Acontecer de octubre, 2019!

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Soñé, actué y caminé 264 kilómetros en trece días. Comencé la caminata en Saint Jean Pied de Port en el sur de Francia hasta la ciudad de Burgos en España. El primer retó fue cruzar las montañas de los Pirineos, subiendo montañas tras montañas que parecían interminables. En las montañas pastaban cientos de ovejas y muchos caballos. Mi amigo Gamaliel Falla, me acompañó en esta caminata. Esta ruta es parte del Camino de Santiago, un peregrinaje cristiano hasta  Santiago de Compostela, se cree que se hace desde antes del Siglo XI. Vi a los lados del camino unas botas con fotos, cruces  y un letreros que decía: “Aquí se acabó el camino” y el nombre de una persona. Así, vi varios con diferentes letreros y símbolos. Cada día caminaba un promedio de 24km, un día caminé 27, otro día 29. En una de las etapas, un coro de voces angelicales llegó a mis oídos a la distancia, paré, me di vuelta, vi un grupo de mujeres caminando a paso rápido que se aproximaba, venían cantando en francés tonalidades cristianas, fue muy refrescante escucharles para mi cansadas piernas y pies. En otra jornada, me pasaron tres personas, dos mujeres y un hombre, empujando un coche con una niña, no lo podía creer. Los miré y les dije ‘buen camino” y me respondieron “hola, buen camino.”  Al día siguiente me vuelven a pasar caminando muy rápido, les saludé y pregunté que edad tenía la niña, “cuatro” respondieron siguiendo su camino. Parece que todo los caminantes (peregrinos), me pasaban, yo mantenía siempre un mismo paso.  Un día, estaba  prácticamente escalando un cuesta con muchas rocas, tenía que mirar muy bien donde pisaba con mis botas, en eso miré hacía atrás, veo una pareja que me esta siguiendo muy de cerca, me dijeron: “en el mismo lugar donde pisas ahí pisamos nosotros” me reí y les pregunté de donde eran, me dijeron que venían de Australia.  Compartimos el camino cientos de personas de diferentes partes del mundo, todos con el mismo propósito, caminar el Camino de Santiago. Las dos últimas etapas fueron un poco tormentosas para mis pies y piernas, en la pierna derecha se estaba desarrollando una tendinitis, que hacía que caminará más despacio de lo acostumbrado. Está fue una experiencia maravillosa, gocé cada paso que di y cada pueblo que pasaba, construido en la antigüedad. Apreció mucho todo el apoyo en oración y palabras de ánimo recibido en Facebook. Se logró la meta de recaudar más de $16,000 para el Instituto Bíblico Anabautista (IBA). A Dios sea la honra y la gloria.

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