Experiencias políticas en México e iglesia.

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¿Política en la iglesía? Decir derecha e izquierda es algo peligroso, por no decir riesgoso. Es decir, somos un cuerpo en Cristo… Excepto cuando hay elecciones. No hace falta describir cómo se polariza la iglesia en estos temas, porque seguramente, en la iglesia del lector se ha notado un desazón que va de derechas a izquierdas. Preferencias y alienaciones. ¿Cómo razonamos nuestro voto? ¿Está bien votar?

Algunos critican la izquierda por comunista, socialista, y por ese prejucio americano de que las propiedades, las libertades, lo individual, el liberalismo econónico se van a acabar con las dictaduras del pueblo. Qué terror que Estados Unidos no nos domine, porque necesitmos al Águila Calva saqueando nuestros paises para así sentirnos parte de un sistema capitalista opresor, pero aspiracionista. Por el otro lado, la derecha, indiscutiblemente conservadora. Siempre del lado de los ricos, oligarcas, empresarios, defendiendo los “buenos valores de la familia”. No importa que la maoría de las dictaduras en L.A. hayan sido terribles, opresoras, violentas, conservadoras de privilegios, no, la derecha no está de acuerdo con el movomiento LGBT, y por eso votamos por ellos.

¿Entonces? Es menester contrastar las ideas políticas mundanas a la luz de las escrituras. Ojo, no sólo de algunos pasajes paulinos, por supuesto, si no de los profetas, de Hechos, y sobre todo, de los cuatro evangelios. Jesús debe ser la lupa. Pero algunos cristianos simplemente se deciden por lo que más se acerca a impresiones personales. Y algunos son negacionistas. Es decir, esto que estamos diciendo es tan difícil que terminan pensando que la política no es espiritual, y por lo tanto, se consideran “apolíticos”, siendo que esta decisión también es una decisión política.

Sin embargo, queda claro en Hechos esto: la primera iglesia descubrió una cosa tan revolucionaria como que el Estado quedaba totalmente secularizado. Es decir, el reino de Dios era otra cosa que estaba por encima de todo y de todos. Jesús era el Hijo de Dios. Las buenas noticias son suyas, no de César. Como dice Yoder, Jesús sí tiene una propuesta política, y es el reino de Dios, un reino de absoluta justicia, donde la reconciliación y la dignidad de una Nueva Humanidad son los ideales. Somos ciudadanos de otro Reino, peregrinos y extranjeros, pero esto no quiere decir que no participemos en los asuntos de nuestros países. Al contrario: se nos pide mayor responsabilidad de razonamiento, acción y transformación, que va más allá de solo orar por nuestros gobernantes (a veces hay que denunciarles, como Natán a David, sus pecados en la cara).

Decir, “reino de Dios”, es, entre otras muchas cosas, negar el orden imperial establecido, opresivo y mundano, por uno que resiste sus imposiciones y se declara como superior, como una propuesta distinta. Una propuesta de paz, justicia, misericordia, acciones de servicio y transformación de cada esfera de la vida, donde el más importante es el más vulnerable. Es el reino al revés, donde la ética es base de la acción política, ya no sólo moral (es decir, basada en leyes), sino que su fuerza reside en los fundamentos de un estado superior: la Nueva Humanidad…

La experiencia política en México en los últimos 6 años ha sido soprendente. Por fín el país pudo tener un presidente de izquierda. Horror para muchos hermanos, un respiro para otros. Este hombre se ha pronunciado “seguidor de Jesús Cristo”. Amado por muchos, y también odiado por ese pensamiento que se esfuerza por mantener los privilegios, la “buena moral y los valores conservadores”, a costa del sufrimiento de otros.

Al término de su periodo presidencial, no dejó de ser atacado. Que su proyecto de nación es comunista, que cerrará los templos, que pondrá de cabeza todos los buenos valores de las familias cristianas…”. Jamás sucediópero el pueblo mexicano, pobre, la pasó mejor que en muchos años, por sus “ideas socialistas”. No se confunda el lector. Son ideales sacados de, en sus palabras, Jesús Cristo. Qué interesante hombre. Pero más interesante fue que muchos crisitanos que oraron por gobernantes corruptos de derecha porque, era deber cristiano orar por los gobernantes (¿sin denunciarles sus maldades?), denostaron todo el sexenio al único presidente en México que se ha pronunciado cristiano. ¿Será que nuestras teologías, exportadas del norte, siguen siendo demasiado anglosajonas, liberalistas, neoliberales? Si es el caso, no son teologías centradas den el Nuevo Testamento. Una teología sin Sermón del Monte, es lo que uno quiera, pero no es cristocéntrica.

Por otro lado, conozco muchos cristianos que se suman a todo esfuerzo de paz y justicia, de mirar por el pobre, la viuda, el huérfano, que han comprendido que la Escritura sí habla de estas cosas como uno de los temas fundamentales, y sí nos llama a la responsabilidad social todos los días. Se salva el alma, se salva la panza. Se salva la ética, se salva la sociedad. Se salva la naturaleza, y se debe salvar la cultura. Se salva el bolsillo, se salva el prójimo. Se salva pues, de forma integral.

Decir que no votemos por miedo al socialismo, comunismo y el peligro de caer en dictaduras, ¿votamos por la derecha, al fin que ya estamos acostumbrados a que nos quiten la dignidad, así, sistemáticamente?

¿Y entonces? Bueno, hágamos un ejercicio profético del tipo que mira a la historia concreta de la humanidad y la razona. Ahí nos enteraremos cómo la iglesia evangélica y católica de América Latina han sido utilizadas por la CIA para desestabilizar esfuerzos que no se ajustaban a los intereses del capitalismo rapaz. Decidieron besarle los pies al Baal. Lo mismo pasó en Alemania cuando dejaron entrar a Hittler al templo. Gracias a Dios por el santo Bonhoeffer. Pero siembre hubo ese remanente, esas comunidades de base que se han rebelado contra la Bestia, no la han besado y han regresado al Sermón del Monte.

¿Y qué decir desde la perspectiva tan humana de fuera de la iglesias? Bueno, aún ahí el Señor tiene compasión. Quizás ese fue el caso de Andrés Manuel. Qué caray, porque frente a todos ha dejado claro porqué piensa así. ¿Discurso manipulador? ¿He sido cooptado? No, seguimos siendo críticos, la historia juzgará. O como lo dijo el Maestro: “Por sus frutos los conoceréis”.

En resumen, el queacer político humano es demasiado mundano. Pero en medio de eso, Jesús sigue siendo Señor. La iglesia siempre ha de ser profeta, haciendo un llamado a la paz, la justicia, la reconciliación.

Los procesos políticos terminarán sí o sí traicionándose, y las personas fallando. Pero cuando eso pase, nosotros, que seguimos al Rey de Paz, seguiremos proclamando desde el desierto: ¡preparen el camino del Señor!

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