PROTEGIDOS

“El que habita al abrigo del Altísimo… morará bajo la sombra del Omnipotente” (Salmo 91:1).

Una verdad que nos hace bien conocer, es que ¡vivimos bajo la protección de Dios! Ahora, ¿Qué es la “sombra del Omnipotente”? En el desierto, donde Israel caminó por 40 años, las temperaturas podían llegar hasta los 120 o 130 grados Fahrenheit.

No había sombra, excepto lo que era provisto por las tiendas de campaña en las que el pueblo vivía. Entonces, ellos podían entender esta metáfora poderosa, “bajo la sombra del Omnipotente”.

Si te perdías en el desierto, los hijos de Israel, por indicaciones de la ley de la hospitalidad, deberían de satisfacer tu necesidad de agua, comida, protección del enemigo y sombra del candente sol.

Y eso funcionaba de la siguiente manera: Primero, tenías que saber cuál era el nombre del jefe de los pastores. Luego, tenías que agarrar el cordón de su tienda y gritar por ayuda. Y cuando hacías eso, la ley de la hospitalidad, requería que él te llevara a la seguridad de su tienda.

En realidad, esa misma ley decía que él tenía que protegerte aún a costa de su propia vida. ¿Estás captando la idea aquí? El nombre de Dios, El-Shaddai, describe dos aspectos maravillosos de Su carácter. “El” – habla de Su poder y fuerza. “Shaddai” – significa literalmente “el poderoso,

el Dios más que suficiente; el que tiene muchos pechos”, y se refiere a la ternura de una madre que amamanta a su hijo.

Esto nos recuerda que:

• Hay días, cuando tenemos que acudir a Dios, por la fuerza que necesitamos para vencer los ataques del enemigo; y
• Otros días, simplemente necesitamos acudir a Dios y dejar que nos tome en Sus brazos, nos nutra y nos conforte.

Por eso, cuando las cosas se ponen “al rojo vivo”, necesitamos correr, y refugiarnos bajo la “sombra del Omnipotente”. ¿Y tú estás protegido?

{El pastor Andrés Gallardo sirve en la iglesia Comunidad Cristiana Vida Abundante, en Cícero, Illinois, de donde es el fundador y junto a su esposa Lilia, han pastoreado la congregación por más de 18 años}.