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La Memoria Colectiva no Muere: Encuentro 12 – Conclusión, Guías Para Encuentros de Reflexión Comunitaria

El Dr. Tony Brun, teólogo, profesor y escritor concluye la serie con el encuentro 12. Ofreció esta serie de estudios bíblicos para ser coleccionada: Guías Para Encuentros de Reflexión Comunitaria. Esta es la última parte de la serie, con la esperanza que la hayan disfrutado, les haya servido de recurso en el ministerio y que haya sido de gran provecho para todos los lectores. –Marco Güete

 

Introducción
“La lucha del ser humano contra la dominación,
es la lucha de la memoria contra el olvido.” (Milan Kundera)
“Todo está cargado en la memoria
arma de la vida y de la historia.”
(León Gieco)

En América Latina – “nuestra Américai como la llamó José Martí ya en 1891 – la memoria colectiva está porfiadamente viva; mil veces matada, pero mil veces viva en los refugios donde se lame las heridas.

Por caminos espontáneos y organizados, por mitos, leyendas e historias llenas de sabiduría, belleza y crueldad – como vimos en los once encuentros anteriores – la memoria colectiva latinoamericana no muere porque resiste con “la esperanza delante y con los recuerdos detrás” (Atahualpa Yupanqui).

Quizás, esa amnesia adquirida consciente o inconscientemente está detrás del notorio declive moral de gobiernos que antes eran seguidores de “la Vida, la Libertad y la Felicidad”ii mientras que hoy, son nada más que la vergüenza del mundo.

Quizás, por eso desde siempre los vergonzosos gobiernos del mundo han querido imponer a los pueblos escuelas de amnesia, en las cuales la lección primera es, matar la memoria colectiva. Pero esta no muere. Quizás pueda ser escupida, torturada, crucificada y enterrada, pero al tercer día…resucitará.

Como poéticamente lo dijera Mario Benedetti:

el olvido está tan lleno de memoria…
el día o la noche en que el olvido estalle
salte en pedazos o crepite,
los recuerdos atroces y los de maravilla,
quebrará los barrotes de fuego,
arrastrarán por fin la verdad por el mundo,
y esa verdad será que no hay olvido.iii

Nuestra memoria colectiva nunca se agota en la dimensión religiosa (cristiana), también hunde sus raíces en Latinoamérica, su historia y realidad, y también más concretamente su gente, con sus múltiples rostros culturales.

Nuestra memoria colectiva abarca no solamente nuestro ser cristiano, sino también nuestro ser latinoamericano. Y aunque hoy, los descendientes de los peregrinos del Mayflower – estos son los angloamericanos – nos llaman peyorativamente “latinos y latinas” nuestras raíces latinoamericanas todavía respiran, todavía inspiran, todavía conspiran.

Parte 1. Texto de la Vida

  1. En el convento de San Francisco, una lúgubre inscripción recuerda a los caminantes la fugacidad de la vida: “Cada hora que pasa te hiere y la última te matará”.
    Son palabras escritas en latín. Pero los esclavos negros de Bahía no entienden latín ni saben leer. Del África trajeron la creencia de que: “quien muere, entra”. Y que allá en la casa del Creador de los creadores, les espera su otra cabeza, la cabeza inmortal.
  1. Y también trajeron del África, la antigua certeza de que todos tenemos dos cabezas y dos memorias.
    Una cabeza de barro, que será polvo, y otra por siempre invulnerable a los mordiscos del tiempo y la pasión.
    Una memoria, la individual, que la muerte mata; y la otra memoria, la memoria colectiva, destinada, como nosotros, a sobrevivir.

Leamos todo el texto de la Vida para comprenderlo en su totalidad.

  1. Observemos el verso 1, las dos citas entre comillas (“) y comparémosla entre sí:
    a) ¿En qué se asemejan?
    b) ¿En que se diferencian?
    c) ¿A qué grupo y mentalidad corresponde cada una?
    d) ¿Qué rol tendría cada frase para la vida de los pobres? ¿Por qué?
    e) ¿Qué otras opiniones nos deja el verso 1?
  1. Leamos ahora el verso 2.
    ¿Qué observaciones nos inspira la lectura de este verso 2?
  1. Finalmente, ¿qué cosas importantes para nuestra vida comunitaria nos enseña este texto de la Vida?

Nota: El pueblo maya – sur de México y gran parte de Centroamérica – todavía tiene memoria, y hoy sabe que la memoria colectiva no muere. El relato siguiente ocurrió en la localidad de Maní, en la península de Yucatán (México) en julio de 1562.

“Fray Diego de Landa arroja a las llamas, uno tras otro, los libros de los mayas. Esta noche se convierten en cenizas ocho siglos de literatura maya. En estos largos pliegos de papel de corteza , hablan los signos y las imágenes: contaban los trabajos y los días, los sueños y las guerras de un pueblo nacido antes que Cristo.

Al centro el inquisidor quema los libros. En torno de la hoguera inmensa, los lectores castigados y colgados aúllan de dolor. Mientras tanto los autores, artistas-sacerdotes muertos hace años o hace siglos, beben chocolate a la fresca sobra del primer árbol del mundo. Ellos están en paz, porque han muerto sabiendo que la memoria no se incendia. ¿Acaso no se cantará y se danzará por los tiempos de los tiempos?

  1. Cuando le queman sus casitas de papel, la memoria encuentra refugio en las bocas que cantan las glorias del pueblo y los dioses, cantares que de gente en gente quedan.”iv

Parte 2. Texto de la Biblia

Leamos el texto bíblico en el Salmo 126.

Nota: Los salmos registran de modo poético la memoria histórica del pueblo de Israel en el Antiguo testamento.  Los salmos son, en su mayoría, una expresión de la memoria colectiva de los creyentes a lo largo de la historia de salvación judeo-cristiana. Por eso mismo, representan las necesidades y sentimientos, esperanzas, recuerdos y sufrimientos de aquel pueblo creyente. Jesús de Nazaret y la iglesia cristiana posterior citaron con frecuencia a los salmos, por lo cual encontraron en ellos la inspiración de la memoria colectiva.

  1. ¿Cómo sabemos que el Salmo 126 expresa un sentimiento “colectivo”. Explicar o responder según este mismo texto bíblico.
  2. ¿Cuáles frases del salmo son útiles para recordar algún suceso o aspecto de la historia de América Latina, o del pueblo latinoamericano inmigrante?
  3. Hemos dicho que la memoria colectiva no muere porque resiste “con la esperanza por delante y los recuerdos por detrás. Hagamos ahora una lista de las respuestas de las siguientes preguntas
    a) ¿Cuáles frases del texto nos señalan una “memoria que recuerda”?
    b) ¿Cuáles frases del texto nos señalan una “memoria que espera”?
  1. ¿Alguna vez has experimentado un cambio de suerte y te ha parecido “estar soñando”? ¿Cuándo?
  1. El Salmo 126 se subdivide en tres partes:
  • Un recuerdo de momentos buenos: vers. 1-3
  • Una petición concreta: vers. 4
  • Un anhelo esperanzado: vers. 5-6

Según lo anterior, se pude dividir el grupo en tres subgrupos para la siguiente actividad de reflexión:

  1. El grupo 1, escribirá una memoria de los momentos buenos vividos en la comunidad y el pueblo alrededor.
  2. El grupo 2, escribirá una petición concreta que tenga en cuenta las necesidades de la comunidad y el pueblo alrededor.
  3. El grupo 3, escribirá sus esperanzas de cambio para la comunidad y el pueblo alrededor.

Al terminar los tres grupos y nuevamente en plenario, cada grupo compartirá lo que escribieron, mientras dialogan y todos y todas al final responden a estas dos preguntas finales:

  • ¿Lo que hemos escrito representa nuestra memoria colectiva? ¿Por qué?
  • ¿Qué podemos hacer para poner en práctica lo reflexionado en este Encuentro?

Conclusión

Con este Encuentro 12, concluimos la serie iniciada hace un año. Otros mitos y otras historias de la Vida de nuestra América podrían utilizarse.  Otros textos y otras historias de la Biblia podrían usarse siguiendo la metodología propuesta. Es probable que las dimensiones comunes y las coincidencias entre lo cultural originario (la Vida) y la cosmovisión bíblica y cristiana (la Biblia), alentaría al mutuo respeto y tolerancia, la valoración de la diversidad y al esfuerzo por la solidaridad y la paz con las culturas originarias pero olvidadas por este mundo.

Mucho de los resultados de estos encuentros quizás no son medibles cuantitativamente. Pero cada participante de los Encuentros podrá evaluar su grado de comprensión y apertura a partir de los siguientes resultados:

  • Concientización y autodesarme cultural, en otras palabras, más humildad y menos arrogancia.
  • Comprensión más exhaustiva y crítica de la historia y realidad latinoamericana, en otras palabras, comprender la actualidad latinoamericana – y mundial – desde el reverso de la historia, es decir, las culturas reprimidas y olvidadas.
  • Actitud ecuménica y abierta al diálogo, en otras palabras, nunca cerrarse a escuchar y comprender otras perspectivas.
  • Vincular cosmovisiones diferentes pero coincidentes, opuestas pero no enemigas, en otras palabras, tornarse próximo de todos los prójimos, especialmente de los más humildes y sobretodo, hacer esto con simpatía y compasión.

En mi propia vida estas investigaciones se han articulado hace años entre la teoría y la experiencia junto a diversas culturas originarias de América Latina, en breves o prolongados períodos de convivencia.  La metodología acción-reflexión- acción, fue en aquellos años, notoriamente fructífera. Es decir, contribuyó a dar significación y argumentación a la búsqueda de un modo de ser más abierto, tolerante y humanamente ecuménico.

Confío que estos “datos” de mi experiencia personal, podrán también ser constatables en otros y otras que puedan un mínimo de apertura interior, usar estas Guías Para Encuentros de Reflexión Comunitaria.

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Notas de referencia:

i. Título del ensayo de José Martí obedece a un llamado a la unión entre los pueblos hispanoamericanos, como una forma de reapropiación y distinción del nombre América, de la América anglosajona. Martí «niega a los norteamericanos el derecho a reivindicar para sí solos el nombre de América, como han tenido la tendencia a hacer desde el tiempo de George Washington».   Ver:  https://es.wikipedia.org/wiki/Nuestra_Am%C3%A9rica

ii. Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América (1776)

iii. Benedetti, Mario: Ese gran simulacro (poema)

iv. Galeano, Eduardo: Memorias del Fuego. Los nacimientos. Tomo I (Ediciones del Chanchito: Uruguay, 1987) pág. 158

 

Para Mayor Información

Puede comunicarse con Marco Güete, Director de Ministerios Hispanos para la Educación Pastoral y de Liderazgo de la Agencia Menonita de Educación Marcog@MennoniteEducation.org

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